El Licenciado y Magister en Economía Mauro Reyes y la Doctora, Magister y Licenciada en Economía María María Ibáñez elaboraron un informe que se titula “Pobreza energética, subsidios a la energía y la ley de Zona Fría. Aprendizajes en Bahía Blanca”.
“Por pobreza energética nos referimos a no tener la cantidad suficiente de energía en el hogar y está relacionado a la energía eléctrica, al gas natural y a todo tipo de energía que se necesite en un hogar”, precisó Reyes.
En diálogo con Radio Altos señaló que hay que tener en cuenta varios factores a la hora de analizar la situación energética de un hogar, entre ellas, la calidad de construcción de la vivienda y el acceso a artefactos.
El trabajo lo realizaron con datos de toda la ciudad y desarrollaron particularmente la situación de los sectores vulnerables.
En particular, sobre la Ley de Zona Fría que define un sistema de tarifas de gas diferenciales, sostuvo que por su diseño y por cuestiones de aplicación sus beneficios han sido muy bajos o nulos para los hogares de sectores vulnerables. La diferencia, remarcó, está en tener o no acceso a la red de gas natural.
“Más allá de que se plantee en la ley un descuento del 50% en el precio del gas envasado, no se ha aplicado. En un hogar con necesidades alimentarias, un descenso en el precio de la energía no se destinará a mejorar la situación energética del hogar, sino a la compra de alimentos”, enfatizó.
En ese sentido, planteó que políticas lanzadas desde los niveles más altos (por ejemplo el gobierno nacional) no tienen siempre el mejor efecto y éxito sobre sectores vulnerables porque para esos hogares “se requiere de una política más integral”.
En cuanto a la posibilidad de dotar de gas natural a aquellas zonas de Bahía Blanca que aún no cuentan con el servicio, mencionó que Camuzzi tiene impedimentos geográficos ya que muchos de los sectores vulnerables tienen condiciones de suelo que no permiten la extensión de la red de gas. Además, los costos de la extensión del servicio se cargan hacia las y los vecinos y al tratarse de sectores vulnerables, con niveles de ingreso bajos y con problemática alimentaria alta, es muy difícil que puedan hacerse cargo de ese gasto.
Sobre la energía eléctrica subrayó que la prestación de ese servicio por parte de EDES tiene un mayor alcance aunque advirtió que es bastante alto el nivel de acceso informal y eso genera problemas como cortes constantes, cortocircuitos e incendios.