Federico Grippo, dueño de la estación de servicio Mosconi, dijo que no está bien demarcado el sector y que genera confusión en los conductores.
La obra de peatonalización de calle Falucho finalizó, aunque quedaron cuestiones menores por completar.
Federico Grippo, dueño de la estación de servicio Mosconi, contó esta mañana en Radio Altos que no hay obreros trabajando y que ya “se abrió” la calle. Indicó que restan reparar algunas roturas menores que quedaron de la obra, al igual que la cuestión de la forestación.
Según planteó, no está bien señalizado el sector y eso genera confusión en la ciudadanía, en particular entre las y los conductores que evita ingresar a Falucho y eso perjudica a la estación de servicio porque para poder acceder a la estación se debe hacer por Falucho.
“No sé a quién corresponde demarcar. Lo vamos a hacer por nuestra cuenta porque queremos que la gente sepa como es. Ahora está confuso, no está claro. Vamos a poner unos carteles para indicar los ingresos porque la gente duda y pasa de largo”, explicó.
En cuanto a la situación de los comercios del sector, aseveró que todos los locales se vieron afectados por la obra y que aún no se recuperó “el movimiento” que había previo a iniciar los trabajosa fines de enero del año pasado. “Quiero ser optimista. Esperamos con buenas vibras que esto mejore. No hemos notado un cambio grande pero de a poco vamos mejorando. Queremos ver si podemos revertir esta situación después de un año con la calle cerrada que nos afectó en el movimiento y con una economía complicada. Todos los negocios se vieron muy afectados”, resumió.
En cuanto a la obra que definió y concretó la gestión de Héctor Gay, planteó que hay cosas que no comparte y que “particularmente no mejoró nada”. “Yo vivo del tránsito vehicular. La gente tiene que caminar 100 metros para llegar a los comercios y eso nos afectó. A nosotros no nos sirve”, argumentó.