Gisela Ghigliani cuestionó que se haya desconocido la legitimidad que tiene el intendente electo para quedarse con la presidencia del cuerpo.
La concejala de Unión por la Patria Gisela Ghigliani analizó esta mañana en Radio Altos la llamativa situación que se vivió ayer en el ámbito del deliberativo cuando se definieron las nuevas autoridades y recalcó que si bien fue “un mal trago” para su bloque, se trata de “un capítulo cerrado”.
Como lo informamos en crónica aparte, la edil de La Libertad Avanza María Teresa Gonard fue elegida presidenta del cuerpo con el respaldo de Juntos por el Cambio, de Avanza Libertad y de dos de los cuatro concejales de su propio espacio político.
“Desde el bloque entendíamos, entendemos y entenderemos que quien gana la ciudad, en este caso Federico fue electo intendente, debe tener la presidencia. En esa línea habíamos estado conversando y hablando y para que otros cargos institucionales estén ocupados por otras fuerzas políticas”, explicó Ghigliani.
Sin embargo, señaló “llamativamente” desde el momento en que ganó Susbielles las elecciones, concejales de ahora la oposición comenzaron a plantear que les correspondía la presidencia para que haya un Concejo equilibrado y equitativo.
“Quien gana está legitimado y debe poner la presidencia y alguna autoridad más. Ayer no ocurrió y dos concejales del ex candidato Oscar Liberman terminaron acordando con la tercera fuerza que es Juntos para obtener los votos”, resumió.
Ante esa situación, Unión por la Patria decidió no ocupar ningún cargo de autoridades. Así se designó a Valeria Rodríguez como vicepresidenta primera y a Mauro Reyes como vicepresidente segundo, Soledad Pisani continúa como secretaria y Morena Roselló es la nueva prosecretaria.
“No fue lo mejor lo que sucedió ayer, desconocer la legitimidad que tiene Federico en su representación dentro del Concejo. De todos modos, el diálogo, el consenso y tratar de obtener acuerdos para gobernar lo vamos a seguir haciendo”, enfatizó.
Para Ghigliani, “los votos terminan siendo volátiles en cuanto a lo que se opina, si se está de un lado u otro”, es decir, si se es oficialismo u oposición. Y concluyó: “No convalidamos cómo se desarrolló una práctica que es democrática. Para nosotros en su capítulo cerrado; sí nos molestó y sí fue un trago amargo”.