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Nacionales - 01/10/25
Nacionales - 01 de octubre 2025, 07:22

“No matamos a nadie, no tengo nada que ver”, dijo “Pequeño J”

El principal acusado del triple femicidio de Florencio Varela se defendió al llegar a la Dirección Antidrogas de Perú.

Esposado, rodeado de policías y con un chaleco naranja que decía “detenido”. Así llegó Pequeño J, el principal acusado del triple crimen de Florencio Varela, a la Dirección Antidrogas de Perú tras ser arrestado. 

Antes de ingresar, alcanzó a tener un breve cruce con la prensa en el que se desligó de los asesinatos de Brenda del Castillo (20), Morena Verdi (20) y Lara Morena Gutiérrez (15).

“Nos están echando la culpa nada más, no matamos a nadie”, dijo cuando le preguntaron por las tres chicas. Detrás, otros efectivos arrastraban a su mano derecha, el argentino Matías Sebastián Ozorio.

“¿Algo que decirles a su familia?”, insistió otro periodista. Tony Janzen Valverde Victoriano (20), su verdadero nombre, respondió: “Que tienen que encontrar al culpable porque yo no tengo nada que ver“.

El arresto se produjo tras una semana de intensa búsqueda. El narco peruano era el fugitivo más buscado de la Argentina y cayó mientras viajaba escondido en la caja de un camión con cajones de pescado que había partido de Bolivia. Cuando lo bajaron del vehículo, un agente lo redujo por la espalda y le preguntó su identidad. “Tony Janzen Valverde Victoriano”, repitió esposado mientras lo trasladaban.

Ozorio, su socio, había sido detenido horas antes. Ambos fueron llevados a la sede de la Policía peruana para completar los trámites y quedarán a disposición de Interpol Argentina, que se encargará de traerlos de regreso al país.

Una vez en Buenos Aires, el fiscal Adrián Arribas los indagará por “triple homicidio calificado por concurso premeditado de dos o más personas, alevosía y ensañamiento, y por tratarse de un crimen de un hombre contra una mujer mediante violencia de género”.

Desde Lima, el jefe de la división antinarcóticos, Zenón Santos Loayza Díaz, brindó detalles de la investigación. “Ya teníamos seguimiento de Ozorio a través de Interpol y la Bonaerense. Y sobre Pequeño J sabíamos desde el domingo que venía al Perú”, dijo.

Según Loayza Díaz, el acusado viajó desde Bolivia por Desaguadero, Arequipa y Chala rumbo a Lima, con destino final en Trujillo. Y dio una pista clave sobre el móvil del crimen: “La información que manejamos es que una de las jóvenes robó tres kilos de cocaína a la organización. Ese sería el móvil de los asesinatos”.

El jefe policial agregó que Pequeño J es “la tercera generación” de una familia criminal vinculada al narcotráfico y al sicariato. Su abuelo y su padre, asesinado en 2018 en Trujillo, estaban ligados a los mismos delitos.

Respecto de Ozorio, como no se registró su ingreso legal a Perú, será expulsado de inmediato. Pequeño J, en cambio, quedará preso hasta que prospere el pedido de extradición argentino.

Fuente: diario Clarín

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