Para Alejandro “Topo” Rodríguez las declaraciones que realizó el lunes a la noche en el programa de Carlos Pagni en LN+ el presidente de YPF, Horacio Marín, sobre el RIGI y el megaproyecto de GNL fueron un apriete y una amenaza dirigida a la provincia de Buenos Aires.
“El presidente de YPF apretó públicamente a la Provincia amenazándola con que si no adhiere a un capítulo de una ley nacional que todavía no se aprobó, la inversión para desarrollar una planta de licuefacción que procesará el gas de Vaca Muerta no irá a Bahía Blanca”, aseveró el director del Instituto Consenso Federal.
Además, opinó que la preferencia de la máxima autoridad de la petrolera estatal argentina es que las multimillonarias inversiones se destinen a la provincia de Río Negro.
En ese sentido, sostuvo que Marín no es quién para decidir de antemano a dónde irán esas inversiones sin antes evaluar las condiciones que terminarán ofreciendo cada uno de los competidores, en este caso los gobiernos bonaerense y rionegrino.
“Si el presidente de YPF le tira por la cabeza a la provincia la presión de que si no adhiere al RIGI efectivamente la inversión no vendrá a Buenos Aires, está tiñendo de opacidad un proceso que debe ser limpio, transparente y de competencia en igualdad de condiciones”, planteó.
De todos modos, Rodríguez enfatizó que para adherir a una ley o a parte de ella, hace falta que la norma esté vigente y, en este caso, el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones incluido en el proyecto de Ley Bases, aún no lo está.
Y sumó que una vez aprobado el RIGI se deberá esperar a conocer cuál será la reglamentación que realice el Ejecutivo nacional.
“Ni en Argentina ni en el mundo las inversiones florecen por la aprobación de una ley. Es bastante más complejo el proceso de construcción de confianza. El inversor analiza también el clima de inversiones, la situación social, el respeto por cuestiones ambientales, la calidad institucional”, recalcó.
Y completó: “Que no nos corran con que el RIGI es el instrumento mágico al que debemos subordinarnos para que lleguen las inversiones. Sí es un instrumento que bien manejado puede ser virtuoso, pero no hay que dejarse arrastrar por quienes de manera prepotente nos quieren llevar a una disputa con una provincia hermana”.
Por último, recordó que el año pasado no prosperó en el Congreso un proyecto que proponía modificaciones a la Ley de Hidrocarburos y que estaban focalizados en incentivos para las inversiones en gas licuado. “Generaba incentivos similares a los que propone el RIGI, pero el sector petrolero y la oposición más rabiosa boicotearon la aprobación de la ley porque creyeron que le daría un rédito político a uno de los candidatos a presidente”, analizó, en referencia, a Sergio Massa.