La mayoría de las instituciones afirmó que la Municipalidad llega con ayuda pero de manera “muy insuficiente”.
Integrantes del Observatorio de Derecho a la Alimentación de la UNS realizaron un relevamiento de comedores y merenderos que funcionan en Bahía Blanca y obtuvieron datos respecto a la cantidad de personas que asisten para recibir una ayuda con alimentos.
Santiago Vázquez, trabajador social que forma parte del Observatorio indicó esta mañana en Radio Altos que de la encuesta participaron 70 instituciones, pero aclaró que hay alrededor de 120 en toda la ciudad.
A esos 70 espacios en los que se entregan viandas para el almuerzo, la merienda o la cena asisten 18.160 personas y trabajan 420 personas. “El 83% son mujeres, el 16% varones y el 1% de otros géneros. El 79% no cobra ningún tipo de contraprestación por ese trabajo y el restante 21% recibe alguna contraprestación, en general, el Potenciar Trabajo”, precisó.
En ese punto, cuesitonó que se romantice esa actividad solidaria porque genera que muchas personas, en su mayoría mujeres, “se terminen inmolando” por la tarea que realizan y por las personas a las que ayudan.
De los 70 comedores y merenderos encuestados, 25 fueron creados durante la pandemia y la mayoría tiene un bajo nivel de organización.
“Lo que quedó de conclusión de la encuesta es que no hay una coordinación; el Estado no coordina, no dispone qué tipo de alimentos se dan ni cómo se gestionan los recursos. Todo depende de la persona titular del espacio. Es una odisea para estas personas conseguir los recursos”, advirtió.
En 46 casos las y los encuestados respondieron que tuvieron que cancelar entregas de viandas por falta de recursos y “muchos, que fueron fluctuando los servicios y tuvieron que dejar de hacer almuerzos y pasar a ofrecer meriendas por la dificultad para conseguir carnes y verduras”.
“Todo es un caos que termina en una olla y termina bien por la voluntad de las personas”, resumió sobre cómo funcionan estas instituciones solidarias.
En cuanto a la presencia del Ejecutivo municipal, señaló que 51 de las 70 instituciones encuestadas reciben una ayuda de la comuna, pero al momento de consultarles si era una colaboración suficiente, insuficiente o muy insuficiente, 43 respondieron que era muy insuficiente, es decir, los recursos no les alcanzan para completar la mitad de las comidas.
Recordó que el año pasado la Municipalidad pasó de ayudar con mercadería a colaborar con una tarjeta de $4000.
Y agregó que en cuanto al origen de los recursos que reciben los comedores y merenderos, 64 instituciones afirmaron que reciben ayuda de particulares y que solo 10 reciben ayuda de supermercados y 13 de empresas.
“Encontré mucha angustia en las personas encuestadas por esta tensión entre la mochila que se cargaron encima por darle de comer a un montón de niños. Una mujer me dijo “tengo 64 hijos porque les doy de comer todas las semanas”. Es una mochila muy grande en tensión por la escasez de recursos y la falta de apoyo; eso genera una angustia muy grande”, alertó.