Lo aseveró el gerente de la Cooperativa Obrera Héctor Jacquet., quien no obstante también dijo que "después se terminan regulando los precios"
A 9 días de la asunción de Javier Milei como presidente y tras conocerse la decisión de eliminar a la secretaría de Comercio y los programas de controles de precios, la pregunta que surge es qué ocurrirá con los valores de los alimentos en el corto plazo.
“Los aumentos son inevitables, ahora lo que se está produciendo es una puja. Estamos cambiando de modelo de gestión”, remarcó Héctor Jacquet, gerente de la Cooperativa Obrera.
En diálogo con Radio Altos habló de la puja que se está registrando porque se pasa de un sistema de cierto control en los precios a un modelo en que ese “arbitraje” por parte el Estado no existe. Entonces, afirmó, aparecen “las especulaciones”.
Contó que tras conocerse el resultado del balotaje llegaron listas de precios con aumentos que rondaban el 45% y las subas autorizadas por el gobierno de Alberto Fernández no superaron el 20% y se están aplicando de manera escalonada: 5% inmediatamente, 12% en noviembre y 8% en diciembre.
“Hoy hay empresas que no estaban controladas por la secretaría de Comercio que aumentan entre 30 y 35% también de forma escalonada”, señaló.
Y puso el ejemplo de Coca Cola y Bimbo que aplicaron aumentos de 70%. “Ahí no estamos aceptando ese nivel de aumento, la Cooperativa Obrera en esos casos busca productos alternativos y le pide paciencia a los consumidores”, expresó.
En cuanto a por qué esas grandes empresas deciden avanzar con esos incrementos, dijo que las explicaciones que dan es que los niveles de atrasos son altos y que los aumentos que fue autorizando el gobierno actual siempre estuvieron por debajo de los incrementos en los costos de producción.
Jacquet advirtió que siempre las salidas de los modelos de control de precios fueron conflictivas, que los conflictos se dieron entre empresas proveedoras, distribuidores y consumidores y que siempre terminaron esos procesos con “muy importantes aumentos de precios”.
“El resultado final de estos procesos de control nunca fueron buenos para los consumidores. Mientras se produce el control, el consumidor tiene un elemento donde interviene el Estado como un árbitro”, manifestó.