El gobierno de Kiev había acusado a Moscú, pero hasta el propio gobierno polaco aboca la teoría de la alianza occidental.
Los temores de que la OTAN se viera involucrada en una guerra con Rusia derivada de su invasión a Ucrania remitieron hoy luego de que Polonia y la alianza atlántica dijeran que el misil que cayó ayer en territorio polaco “probablemente” fue disparado por las defensas antiaéreas ucranianas y no por Rusia, pese a que Kiev afirma que fue lanzado por fuerzas rusas.
“Nuestros análisis preliminares sugieren que el incidente fue probablemente causado por un misil del sistema ucraniano de defensa antiaérea para defender el país de misiles rusos“, dijo el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, tras una reunión de urgencia de los embajadores de la alianza, a la que pertenece Polonia, para discutir el incidente.
“No hay indicios de que haya sido el resultado de un ataque deliberado y no tenemos indicios de que Rusia esté preparando acciones ofensivas contra la OTAN”, añadió Stoltenberg en conferencia de prensa en la sede de la OTAN, en Bruselas, Bélgica.
En consecuencia, la alianza atlántica no activará el artículo 4 que establece que “las partes se consultarán cuando, a juicio de cualquiera de ellas, la integridad territorial, la independencia política o la seguridad de cualquiera de las partes fuese amenazada”.
Por su parte, el presidente polaco, Andrzej Duda, también afirmó que “no hay indicios de que se trate de un ataque intencionado contra Polonia” y reiteró que es “muy probable” que el misil fuera ucraniano.
El misil impactó en la tarde de ayer en un edificio agrícola en la localidad polaca de Przewodow, cerca de la frontera con Ucrania, y mató a dos hombres. Fue la primera vez en nueve meses que lleva la guerra que se vio impactado un territorio de la OTAN.
Ucrania acusó desde un principio a Rusia por el incidente, pero con el correr de las horas fue creciendo la impresión de que el misil no había sido lanzado por fuerzas rusas, sobre todo luego de que el presidente estadounidense, Joe Biden, dijera que eso era “improbable” al mantener una reunión de emergencia con sus pares del G7 y la OTAN al margen de la cumbre del G20 que se celebró en Bali.
El Gobierno ucraniano dijo que tenía pruebas de que Rusia lanzó el misil y pidió “acceso inmediato” al lugar donde cayó.
“Estamos dispuestos a entregar la prueba del rastro ruso que tenemos”, afirmó el secretario del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa ucraniano, Oleksiy Danilov, en declaraciones que recogió la agencia de noticias AFP.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, negó más tarde que el misil procediera de la defensa antiaérea de su país.
“No tengo ninguna duda de que no fue un misil nuestro”, dijo Zelenski en la televisión. “Pienso que es un misil ruso, en base a nuestros informes militares”, agregó.
La caída del misil había generado temores de que la OTAN se viera arrastrada a una guerra con Rusia derivada de la de Ucrania, dado que el tratado fundacional de la alianza contempla que si un país aliado es atacado, los demás deben defenderlo.
Fuente: Télam