La magnitud de la motosierra que aplicó el gobierno libertario en sus dos años de gestión luce descomunal. Medido en término de proporción del Producto Bruto Interno (PBI), entre 2023 y 2025 cayó 6,5 puntos porcentuales.
Pero se tiene una mejor idea de la dimensión del mismo si se transforma a dólares de noviembre: fueron u$s38.000 millones. Así lo indica un estudio del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF).
De acuerdo con el trabajo, cuando Alberto Fernández dejó la Casa Rosada el 10 de diciembre de 2023 había gastado u$s135.000 millones. En un par de semanas, cuando cierre el 2025, Javier Milei habrá dispuesto de u$s97.000 millones.
Si se analiza el detalle de gastos, el gobierno de Javier Milei recortó u$s1.967 millones a las jubilaciones, ya que hace dos años el costo del sistema previsional era de u$s43.231 millones, contra u$s41.264 millones de ahora. La reducción del costo en dólares de las jubilaciones se debe más que nada a que el gobierno ha ido licuando el bono de $70.000 que cobran los beneficiarios de la mínima, además de no haber actualizado los haberes de enero y febrero de 2024.
Uno de los gastos más afectados por la motosierra, que puede traer consecuencias para el funcionamiento de la economía, es el de la inversión real directa. Allí se pasó de u$s8.289 millones en 2023 a u$s2.137 millones, con una poda de u$s6.158 millones.
Por otro lado, el ajuste en programas sociales luce más que impactante. Allí se redujeron u$s7.836 millones, desde u$s14.728 millones a u$s6.892 millones, más que nada concentrado en programas que tenían intermediación de organizaciones sociales.
Por caso, la Asignación Universal por Hijo (AUH) se transformó en la principal herramienta del gobierno libertario, ya que subió u$s1.901 millones, desde u$s2.777 millones a u$s4.678 millones. Este gasto es el único que ha subido respecto de 2023.
Por otra parte, los salarios del sector público nacional también sufrieron una fuerte poda. El gobierno gastará en 2025 u$s4.660 millones menos que en 2023, al pasar de u$s17.767 millones a u$s13.107 millones. Eso se debe a la pérdida de poder adquisitivo y a la reducción de más de 50.000 empleados públicos.
El gasto medido en pesos
El IARAF señala que “el gasto primario nacional anual de 2025 tendría un descenso de $50 billones en moneda de noviembre de 2025, en comparación con el gasto realizado en 2023”. “En términos de variación porcentual, la caída sería del 27%, es decir, del orden de la cuarta parte”, señala el informe.
El reporte indica que “los gastos con mayor descenso en términos de variación porcentual serían las transferencias de capital a provincias (-93,8%), los subsidios a otras funciones (-83,9%) y la inversión real directa (-73,5%)”.
“En el caso de las transferencias a las provincias, el año 2025 terminaría con un nivel equivalente al 6% del nivel de 2023. En el de la inversión real directa, lo ejecutado en 2025 sería equivalente a la cuarta parte del año 2023”, compara el trabajo.
El superávit fiscal de noviembre
De acuerdo con lo que informó esta semana el Ministerio de Economía, en noviembre se alcanzó un nivel de superávit fiscal acumulado del 1,7% del PBI, con lo cual entra en rango de cumplimiento con el FMI en lo relacionado a las finanzas públicas.
En diciembre puede que cierre con algunas décimas de déficit fiscal primario, de manera que el año terminaría con un superávit de entre el 1,3% y 1,5% del PBI. Eso se debe al pago de aguinaldos, lo que hace que diciembre sea estacionalmente negativo.
No obstante, este mes el gobierno recibe fondos de la privatización de las represas del Comahue por unos u$s685 millones, que compensarán las pérdidas. El gobierno está dentro de las metas pautadas con el organismo.
El superávit pautado es de unos $10,4 billones, cifra que equivale aproximadamente al 1,3% del PBI de 2025. Al inicio del año se suponía que esa cifra iba a ser equivalente al 1,6% del PBI, pero como la inflación fue más alta que la programada, paradójicamente ayudó al gobierno a cerrar el año con las cuentas en orden.
Fuente: diario Ámbito