Salvo Unión por la Patria y dos senadores, el resto de los integrantes de la Cámara alta renunciaron al aumento de sus dietas que les correspondería tras el último acuerdo salarial. En paralelo, un grupo de legisladores propone que esos fondos sean donados al Hospital Garrahan para que el dinero no quede en manos del Senado.
Desde mayo del año pasado, las dietas de los senadores están en el centro de la escena. En ese momento, modificaron, casi a escondidas, el cálculo para establecer el valor de las mismas. Esto fue luego de que las autoridades del Congreso, en consonancia con el discurso de Javier Milei de que “el ajuste lo tiene que pagar la casta”, decidieran frenar las actualizaciones de las dietas.
Con el nuevo cálculo, los senadores elevaron sus dietas, que rondaban los $2 millones, de manera significativa. En el caso de aquellos que viven a menos de 100 km de CABA, pasaron a tener un ingreso neto de $4.570.488, mientras que los que cobran desarraigo y gastos de representación elevaron su plus a $2.950.189.
Tiempo después, hubo paritarias. Un nuevo aumento en las dietas generó malestar en la opinión pública. Por eso, los senadores, en agosto, votaron un congelamiento que rigió hasta diciembre pasado. De lo contrario, los ingresos de los senadores que no viven en el AMBA se hubieran ubicado en $8,9 millones en bruto.
Durante el receso, la titular del Senado, Victoria Villarruel tomó cartas en el asunto. Frente a las presiones que recibió por parte de la Casa Rosada, que tilda de “casta” a los senadores por incrementar sus ingresos frente al “esfuerzo” que hace el resto de los argentinos, prorrogó aquel congelamiento hasta el 31 de marzo de este año. La decisión fue tomada de manera unilateral, y generó malestar entre más de un senador. “Nos quiere exponer”, dijo una senadora.
En abril, con sus dietas nuevamente “enganchadas” a las paritarias de los trabajadores del Congreso, los senadores volvieron a registrar un incremento en sus ingresos. Así, las dietas –para los senadores que viven fuera del AMBA—pasaron de ubicarse cerca de los $7 millones (siempre en bruto) a los $9 millones.
Días atrás, hubo un nuevo acuerdo salarial para los trabajadores del Congreso y las autoridades de ambas Cámaras que, para el bolsillo de los senadores representaría cerca de $500.000 brutos.
Fuente: Ámbito