Lo denunciaron los periodistas especializados Rosalía Costantino (C5N) y Matías Longoni (Bichos de Campo).
La fugaz política de “retenciones cero”, que duró apenas tres días, desató un escándalo de proporciones y es calificada por periodistas especializados como “uno de los fraudes más grandes” de los últimos tiempos. La medida, que debía extenderse hasta el 31 de octubre, terminó beneficiando de manera exclusiva a una docena de grandes empresas agroexportadoras, que se habrían apropiado de unos 1.500 millones de dólares que debían ir a las arcas del Estado o al bolsillo de los productores.
Según las denuncias de los periodistas Rosalía Costantino (C5N) y Matías Longoni (Bichos de Campo), el gobierno de Javier Milei, a través de los funcionarios Luis Caputo y Juan Pazo, habilitó un mecanismo que permitió a este selecto grupo de empresas registrar Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE) por miles de millones de dólares en tiempo récord, agotando el cupo y dejando fuera de juego a los productores.
La maniobra, según explican los informes, fue simple y contundente:
“Lo cierto es que esos 1.500 millones no los recibirán ni los productores ni el Estado. Quedarán en manos de una decena de empresas agroexportadoras”, sentenció Longoni, quien calificó la situación como un “afano a mano armada” con el aval del propio Estado.
La medida tuvo ganadores claros y con nombre propio. Según la información difundida, un grupo de solo 12 compañías se quedó con la totalidad del beneficio. Las principales empresas que se embolsaron millones con la maniobra son:
Los principales perjudicados por la medida fueron los productores agropecuarios, que no tuvieron tiempo material para aprovechar la ventana de retenciones cero. Ahora, se ven obligados a vender su producción a un precio que ya incluye el descuento de un impuesto que los exportadores no pagarán.
El otro gran perdedor es el Estado argentino, que deja de recaudar 1.500 millones de dólares en un contexto de ajuste. La situación también generó malestar internacional: productores estadounidenses se quejaron de que la maniobra hizo caer el precio de la soja en Chicago, complicando aún más su situación comercial con China.
Fuente: NA