En los últimos años ha aumentado la preocupación en diversos países por la baja de la tasa de natalidad y en muchos estudios que se han publicado recientemente se plantea como un problema para el mundo en su conjunto.
Esta mañana en diálogo con Radio Altos Mario Sebastiani, Doctor en Medicina y especialista en Obstetricia, habló del cambio de paradigma, particularmente, de cómo ven las mujeres a la maternidad, y que eso explica, en parte, esa caída en la cantidad de nacimientos.
“Antes era un mandato, se oía decir a las mujeres que estaban vacías si no tenían hijos. Hoy eso cambió completamente y tenemos una caída de la natalidad que es notable. Algunos ven en esto una crisis total, lo cual me parece curioso”, comenzó con su análisis.
Si bien aclaró que no generaliza, remarcó que en la actualidad la maternidad no es el proyecto primordial de las mujeres y que traer niños y niñas al mundo dejó de ser una decisión automática.
Sobre las consecuencias positivas de la baja de la natalidad en Argentina, detalló que disminuyó la natalidad en un 60% en las mujeres pobres y eso, dijo que debe ser visto como “un éxito total”. En ese punto, destacó la implementación del Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia hasta que fue desfinanciado por el gobierno de Javier Milei.
Al registrarse un descenso de la cantidad de población, entendió que al contar con la misma riqueza, se podrá cuidar mejor tanto a las y los jóvenes, como a las personas adultas. También expuso, que al nacer menos niños y niñas, habrá un planeta Tierra menos contaminado.
“Antes era muy frecuente que aparecieran mujeres en el consultorio que me decían “me quedé embarazada” y hoy en cambio todos los niños que nacen son deseados y los embarazos son programados”, señaló.
Agregó que también se ha prolongado la edad para concebir y en la mayoría de los casos las mujeres superan los 30 años: “Están económicamente más estable, tienen un trabajo estable, has cumplido con algunos objetivos con la educación y le pueden ofrecer a su hijo/a techo, salud, agua corriente, cuestiones que hacen al bienestar de la población”.
Sebastiani enfatizó que es necesario tener una mirada positiva sobre la baja de la natalidad a nivel mundial y aprovecharla para tener una sociedad más justa, más compasiva hacia todos los sectores y que se pueda cuidar más a las y los niños y a las y los adultos.
Sobre la postura de muchos gobiernos de ver a la caída de la natalidad como un problema, advirtió que puede llevar a que adopten políticas como la prohibición del uso de los anticonceptivos o de la interrupción voluntaria del embarazo. “LA IVE está funcionando muy bien en nuestro país, tenemos probablemente la mitad de los abortos que teníamos hace 10 años y algunos pícaros están tratando de ver si sacan partido de volver a llevar a las mujeres a la clandestinidad”, criticó.
En lugar de pensar que es un acto de amor “traer” un hijo o una hija al mundo, lo planteó como un acto de responsabilidad.
“Lo bueno de esta caída de la natalidad supera largamente lo malo. Y una mujer que controla la natalidad tiene una mejor postura en la sociedad, en el estudio, en lo laboral, en su familia”, remarcó, por último.
La mirada desde la psicología
Daniela Gastaldi, Licenciada en Psicología y especialista en perinatal, analizó que la caída de los mandatos incide fuertemente en el tema de la natalidad.
“El ser mujer antes venía íntimamente asociado a ser madre. Dede chica te preparaban para el día de mañana casarte y tener hijos. Y ese era un poco el objetivo de vida. Hoy las cosas son tan distintas”, subrayó.
Expuso que las estructuras tradicionales en los últimos años se han ido resquebrajando, hay más separaciones y divorcios y fue perdiendo fuerza la idea de casarse “hasta que la muerte nos separe”.
“Hoy hay un nuevo paradigma en torno de la mujer que se ha dado el permiso de pensarse, de preguntarse qué quiere y no ya actuar bajo el mandato de soy mujer, voy a ser madre”, recalcó.
Además, sumó la idea que se viene profundizando en los últimos años de postergar la maternidad y eso también provocó que mujeres de más de 40 años recurran a técnicas de reproducción humana asistida para ser madres.
Otro fenómeno, mencionó es el cambio “de cabeza” de las y los jóvenes: “Buscan un estilo de vida sin ataduras, están pensando en el hoy y en eso la pandemia incidió bastante”.
Gastaldi manifestó que ha cambiado la forma de pensarse y, en ese sentido, también cambió la forma de ser madre o padre. “Hay muchas más posibilidades de tener control sobre estos temas. Tiene que ver con la búsqueda del desarrollo personal y profesional, de la libertad y de la caída de los mandatos”, resumió.
Y completó: “Los tiempos van cambiando. No hay formas buenas ni malas de vivir la vida y me parece muy bueno que la gente pueda preguntarse cómo quiere vivir. Antes no nos lo preguntábamos porque no había ni permiso de hacerse la pregunta”.