El nivel actual se asemeja al de septiembre de 2007, con 12 de los 16 sectores en caída y fuerte impacto en alimentos y bebidas.
La actividad industrial retrocedió un 2,1% entre marzo y junio, hilando cuatro meses consecutivos en baja y alcanzando un nivel similar al registrado en septiembre de 2007. Así lo revela un informe reciente elaborado en base a datos del INDEC y FIEL.
El estudio realizado por el Centro de Investigación del Ciclo Económico (CICEc), que depende de las Bolsas de Comercio de Rosario y de Santa Fe, remarcó que la industria venía de una etapa de recuperación: entre abril de 2024 y febrero de este año acumulaba un repunte del 9%. Sin embargo, desde marzo la tendencia se revirtió y el rebote quedó atenuado al 4% interanual.
“El sector ha mostrado dificultades en mantener la tendencia creciente”, señala el informe, que advierte además que el desempeño actual se ubica un 13% por debajo del pico histórico de producción alcanzado en noviembre de 2011.
Según el CICEc, el freno en la recuperación industrial se da en un marco macroeconómico más ordenado, con cuentas públicas en mejor equilibrio y una desinflación en curso. No obstante, la volatilidad en tasas de interés y en el tipo de cambio afectó a la economía real y, en particular, a la industria manufacturera.
El estudio apunta directamente al nuevo régimen cambiario implementado en abril: “El esquema de flotación entre bandas supuso un aumento en el tipo de cambio que encareció el costo de los insumos, lo cual se tradujo en un freno en los niveles de actividad industrial”.
De los 16 sectores que componen el Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPIM), 12 registraron caídas entre marzo y junio. Los más afectados fueron:
En contraste, algunos sectores mostraron variaciones positivas: minerales no metálicos (+6,6%), refinación de petróleo (+1,6%) y productos de caucho y plástico (+0,6%).
El sector de alimentos y bebidas, con un peso del 25% en el índice general, fue el que más aportó al retroceso. La caída del 0,7% en esta rama productiva se explica principalmente por la menor elaboración de gaseosas, aguas, sodas, cervezas, jugos, sidras y bebidas espirituosas.
Esa merma no pudo ser compensada por los aumentos en la molienda de oleaginosas, la producción de azúcar ni la de confitería y chocolates.
Fuente: Ámbito