El líder norcoreano Kim Jong-un aseguró que su país nunca renunciará a las armas nucleares que necesita para contrarrestar las hostilidades de Estados Unidos, país al que acusó de impulsar una campaña de presión con el fin de debilitar las defensas de Corea del Norte.
“El objetivo de Estados Unidos no sólo es eliminar nuestro poderío nuclear, sino eventualmente obligarnos a rendirnos o socavar nuestro derecho a la defensa propia al renunciar a nuestras armas nucleares, a fin de que puedan colapsar nuestro gobierno en cualquier momento”, expresó.
Y completó: “Que nos sancionen por 100 días, 1.000 días, 10 años o 100 años. Nunca vamos a renunciar al derecho de la autodefensa que preserva la existencia de nuestro país y a la seguridad de nuestro pueblo sólo para aliviar temporalmente las dificultades que atravesamos en estos momentos”.
El mandatario hizo esas declaraciones este jueves durante un discurso ante el Parlamento, cuyos integrantes aprobaron una ley sobre el uso de armas nucleares a la que Kim se refirió como un paso clave para afianzar el estatus nuclear de la nación y para dejar en claro que ese tipo de armamento no está sujeto a negociación.
La ley incluye una cláusula que requiere que las fuerzas armadas norcoreanas ejecuten ataques nucleares de manera “automática” en contra de fuerzas enemigas en caso de que su gobierno sea atacado.
Asimismo, Kim también criticó a Corea del Sur por sus planes de expandir sus capacidades de ataques con armas convencionales y por retomar sus maniobras militares a gran escala con Estados Unidos para contrarrestar las crecientes amenazas norcoreanas, describiéndolas como acciones militares “peligrosas” que recrudecen las tensiones.
En los últimos meses, Kim ha lanzado amenazas de un conflicto nuclear a Estados Unidos y sus aliados en Asia, advirtiendo además que Corea del Norte usaría proactivamente sus armas nucleares en caso de una amenaza.
Las labores diplomáticas entre Washington y Pyongyang se han estancado desde 2019 debido a los desacuerdos en cuanto a retirar las duras sanciones económicas contra Corea del Norte a cambio de que la nación asiática tome ciertas medidas rumbo a la desnuclearización.
Kim ha intensificado sus ensayos armamentísticos este año. Ha realizado más de 30 lanzamientos balísticos, incluyendo las primeras demostraciones de misiles balísticos intercontinentales desde 2017.
Funcionarios de Estados Unidos y Corea del Sur afirman que Kim podría no tardar en dar el siguiente paso y ordenar el primer ensayo nuclear del país en cinco años, como medida de presión para obligar a Washington a aceptar la idea de Corea del Norte como una potencia nuclear y negociar concesiones desde una posición de poder.
Fuente: diario Clarín