Las tensiones escalaron a finales de abril después de la ofensiva contra un sitio turístico en la Cachemira controlada por India.
India anunció que atacó bases militares paquistaníes después de que Islamabad disparara varios misiles de alta velocidad contra diversas de sus bases aéreas en el estado de Punyab a primera hora del sábado, pero se comprometió a no recrudecer las tensiones si Pakistán hace lo propio.
En las últimas horas, India admitió que sufrió daños “limitados” por los bombardeos perpetrados por Pakistán contra varias bases aéreas a lo largo de la frontera, aunque aseguró que la mayoría de los impactos fueron neutralizados.
“Se produjeron daños limitados al equipo y al personal en las estaciones de la Fuerza Aérea India en Udhampur, Pathankot, Adampur y Bhuj”, informó la comandante del Ejército indio, Vyomika Singh, en una rueda de prensa.
Por su parte, fuentes del Ejército de Pakistán informaron sobre una serie de ataques de represalia bajo la “Operación Bunyanun Marsoos” (Muro de Hierro), lanzada en respuesta a las recientes acciones de la India. Este operativo marcó la mayor escalada de conflicto entre las potencias nucleares desde la guerra de Kargil en 1999. Según las autoridades paquistaníes, sus fuerzas reivindicaron la destrucción de 16 objetivos y activos militares indios.
Además, el Ejército paquistaní anunció el inicio de la “Operación Bunyanun Marsoos” e informó que se destruyó un almacén de misiles BrahMos, desarrollado conjuntamente con Rusia, en la región india de Punjab. También detallaron más ataques en otros lugares, como otro almacén de misiles BrahMos en Beas, así como en la base aérea de Udhampur, en Jammu y Cachemira, y en el aeródromo de Pathankot, en Punjab.
En una rueda de prensa, el teniente general Ahmed Sharif, jefe del ala de medios del ejército (ISPR), acusó a la India de disparar misiles contra su propio territorio. También mencionó que ese país había lanzado proyectiles aire-tierra contra bases de la Fuerza Aérea de Pakistán en Nur Khan, Mureed y Shorkot, pero aseguró que todos los activos de la PAF estaban a salvo. Además, acusó a la India de atacar con misiles y drones a Afganistán.
Aunque Pakistán afirmó repetidamente haber infligido daños significativos a instalaciones militares, la India, por el momento, no confirmó oficialmente la destrucción de ninguna de sus bases.
A lo largo de la jornada, el Ejército de Pakistán también compartió varios videos que mostraban columnas de humo y explosiones, asegurando que correspondían a los ataques llevados a cabo en el marco de la “Operación Bunyanun Marsoos”.
El ministro de Defensa de Pakistán, Khawaja Asif, afirmó que la opción nuclear “no está contemplada en este momento” en referencia al conflicto en ciernes entre la India y Pakistán, en el que han muerto más de 80 personas hasta el momento. Asif descartó por el momento el uso de armas nucleares en una declaración recogida por el medio paquistaní Geo.tv, en la que advirtió que en caso de escalada mayor, sus consecuencias no solo se limitarán a la región, sino que “podrían tener una destrucción mucho mayor”.
En este sentido, el ministro paquistaní indicó que no se ha convocado una reunión de la Autoridad de Comando Nacional (NCA, en inglés), después de que el Ejército paquistaní así lo hubiera afirmado horas antes en un comunicado.
La NCA es el organismo que posee el mandato de permitir el uso de arsenal nuclear. Fue establecido en el año 2000 para la formulación de políticas sobre el desarrollo y uso de este tipo de armamento, dos años después de que el país llevara a cabo con éxito sus primeros ensayos nucleares.
Al menos 85 personas han muerto hasta el momento desde el inicio de la escalada, el pasado 22 de abril, cuando un atentado terrorista en la Cachemira administrada por la India se saldó con la muerte de 26 personas, del que la India responsabiliza a Islamabad.
Pakistán anunció este jueves el lanzamiento de una operación de respuesta tras varios días de intercambios de ataques con la India a lo largo de su frontera, sobre todo en la región de Cachemira, cuya soberanía se disputan los dos países.
La India admitió haber sufrido “daños limitados” en dos bases aéreas, pero aseguró que atacó en respuesta varias instalaciones militares al otro lado de la frontera.
Esta es la mayor escalada entre ambos vecinos nucleares desde la Guerra de Kargil en 1999, un año después de que Pakistán completara con éxito sus primeros ensayos con armas nucleares.
Fuente: diario Clarín