Rogelio Frigerio e Ignacio Torres salieron a exhibir baja de impuestos provinciales, como reclamó Luis Caputo.
Después del fuego cruzado entre Nación y las provincias por los impuestos, el Gobierno oficializó este lunes la suspensión temporal de las retenciones y puso paños fríos a la pulseada con el agro. Como contraparte, gobernadores aliados salieron a exhibir la baja en tributos locales, acorde a lo que exigió el ministro de Economía, Luis Caputo.
En concreto, el entrerriano Rogelio Frigerio y el chubutense Ignacio Torres, ambos del PRO, hicieron alarde en las redes sociales sobre la disminución de la presión fiscal en sus distritos, principalmente en Ingresos Brutos, Inmobiliario Rural y Sellos, entre otros.
Más allá del plano económico, el hecho configura un nuevo acercamiento de los líderes amarillos con La Libertad Avanza (LLA), en momentos donde aún está latente la posibilidad de que las dos fuerzas confluyan en una alianza electoral en las legislativas de este año. Por el contrario, Jorge Macri, el otro mandatario de la fuerza fundada por su primo Mauricio Macri, sigue distante y alimenta las diferencias en la Ciudad.
El caso de Frigerio es particular. Apenas días atrás, en una cumbre con sus pares de la Región Centro, Maximiliano Pullaro y Martín Llaryora, se había plegado a la asonada del agro y reclamó con vehemencia el fin de las retenciones. Posteriormente, una vez que Nación hizo lugar al pedido, comentó: “Hace tiempo que las provincias productoras lo veníamos reclamando. Esta es una noticia muy esperada por el sector, sobre todo en este contexto tan difícil. Si al campo le va bien, a la Argentina le va bien”.
Este sábado, el exministro del Interior sacó pecho y celebró que en su primer año de gestión, Entre Ríos tuvo equilibrio fiscal y una baja de Ingresos Brutos y Sellos. “Con mucho esfuerzo, logramos cumplir con nuestras responsabilidades y pagar todos los vencimientos de la deuda en dólares heredados de la gestión anterior”, dijo.En esa senda, destacó que su gestión bajó el gasto público y que “con un 20% menos de recursos, pasamos de una provincia con déficit a tener equilibrio fiscal” y anunció la presentación en la Legislatura de un proyecto para bajar ingresos brutos y sellos. “Continuaremos en este sendero hasta eliminarlos, como ya hicimos en algunos sectores. Ambos son impuestos regresivos que desalientan la producción, la inversión y la generación de trabajo”, mencionó.
Casi a la par, Ignacio Torres anunció el envío de un proyecto similar a la Legislatura de Chubut. La iniciativa exime de ingresos brutos e impuesto inmobiliario al sector productivo ganadero, y elimina la tasa del zorro “en reconocimiento a las dificultades climáticas enfrentadas el año pasado, y en línea con la baja de retenciones del Gobierno Nacional”.
“Esto es posible gracias a una administración eficiente que nos permitió lograr superávit financiero en apenas un año, luego de haber recibido una provincia fundida y con los niveles más altos de endeudamiento de la Argentina”, remarcó. El dirigente patagónico venía de protagonizar distintos acercamientos con el oficialismo, en medio de los pases de dirigentes del PRO a las filas libertarias.
Por caso, a mediados de enero, selló junto al ministro Luis Caputo el acuerdo mutuo de compensación de deudas entre su provincia y Nación, en el marco del Régimen de Extinción de Obligaciones Recíprocas, que fue lanzado y negociado por la Jefatura de Gabinete, como el secretario del Interior, Lisandro Catalán, a la cabeza.
También recibió un adelanto de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) de $70 mil millones para la reconstrucción de Epuyén, localidad que sufrió los embates de los incendios forestales.
En el tablero nacional, tanto Torres como Frigerio se muestran cercanos a la gestión de Javier Milei. Aunque atravesaron diversas turbulencias con la Casa Rosada en su primer año de mandato -en especial el chubutense-, el acercamiento actual podría derivar en una alianza electoral. Ninguno de ambos ve con malos ojos esa posibilidad. Además, el tándem muestra autonomía de las decisiones de Mauricio Macri, quien tendrá la palabra final de un eventual acuerdo nacional.
Para los dos gobernadores, además, será su primera prueba en las urnas como oficialismo. Como desafío, deberán sostener sus alianzas de gobierno, que reeditan al extinto Juntos por el Cambio (JxC). En ellas conviven el PRO, la UCR y peronistas díscolos, además de otros sellos minoritarios. La posibilidad de abrirle la puerta a LLA dependerá de la convivencia de esas tribus.
Pese a los dichos de Milei sobre que una alianza electoral entre el PRO y LLA será “en todo el país o no será”, la posibilidad de cerrar acuerdos según la realidad de cada distrito comienza a ganar fuerza.
Fuente: Ámbito