En los últimos tres años Maximiliano Abad se ha convertido en una de las figuras más influyentes en la estructura política de la Unión Cívica Radical (UCR).
Este abogado de 47 años logró adueñarse de la jefatura del partido en Buenos Aires, gracias a su buena relación con los intendentes del interior provincial y al apoyo que cosechó entre los gobernadores y otros referentes a nivel nacional.
Su nombre aparece en el candelero por estas horas a partir de su posición respecto del proyecto de Ley Bases del gobierno de Javier Milei: al filo de empezar el debate mantenía en secreto su voto en un contexto de extrema paridad.
Finalmente, con la sesión iniciada confirmó que votaría a favor en general, lo que dio un enorme alivio al oficialismo.
Militante en Mar del Plata, Abad empezó su carrera política como dirigente universitario de Franja Morada. Fue concejal en su ciudad entre 2007 y 2015, cuando se sumó a Cambiemos en la campaña que terminó con Mauricio Macri en la presidencia de la Nación. Tuvo en Ernesto Sanz a su principal valedor para crecer dentro del partido.
En 2015 saltó a la Legislatura bonaerense, donde se afianzó como un hombre fuerte del radicalismo. Estuvo ocho años en la Cámara de Diputados y le tocó pasar un momento incómodo el año pasado cuando estalló el escándalo de las tarjetas de Julio “Chocolate” Rigau, que salpicó a casi todos los bloques por el manejo de los empleados del cuerpo.
En su distrito apostó por la victoria, finalmente consumada en 2019, de Guillermo Montenegro. Fue crítico del exintendente Carlos Arroyo, quien se alejó de Juntos por el Cambio y se despegó de la exgobernadora María Eugenia Vidal.
En 2021 Abad -que ya conducía el bloque bonaerense de Juntos por el Cambio- creció fuerte dentro de la estructura radical al ganar las elecciones para presidir el Comité Provincia contra el entonces intendente de San Isidro, Gustavo Posse. Los líderes nacionales del partido apostaron por él abiertamente: Alfredo Cornejo (que presidía el partido); gobernadores como Gerardo Morales (Jujuy) y Gustavo Valdés (Corrientes); jefes legislativos como Mario Negri y Luis Naidenoff, fueron algunos de sus principales respaldos en una disputa que lo puso en la vereda de enfrente de Martín Lousteau, el principal dirigente que apoyó a Posse. Ganó la interna a Posse 51,5% a 48,5%.
En las internas de 2023 fue un importante articulador del poder radical en Buenos Aires. Sonó en aquel momento como un candidato a vicegobernador de Juntos por el Cambio. Incluso llegaron a agitar su nombre como un potencial candidato a vicepresidente. Apostó a la unidad entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, pero cuando eso resultó imposible se inclinó finalmente por esta última. De ese alineamiento surgió su candidatura a senador nacional por Buenos Aires. Venció en las PASO al candidato de Larreta, el ahora acérrimo mileísta José Luis Espert. En las generales de octubre ganó la banca por la minoría, al quedar detrás de la lista kirchnerista que encabezó Eduardo de Pedro.
En el debate de la Ley Bases ha sido muy crítico de la forma en que el Gobierno negocia con la oposición. “Después se buscan culpables cuando la leyes no salen, pero la percepción que tengo es que no hay gestión de la ley por parte del oficialismo, escucha pero no actúa en consecuencia para que el Gobierno tenga su ley. Por lo tanto no creo que esta semana tampoco tengan dictamen”, dijo en mayo, cuando el proyecto se empantanaba en las comisiones.
Y añadió: “Tienen que ponerse a trabajar para ver cómo encuentran la síntesis a las distintas propuestas de los bloques, que tienen mucho que ver con perfeccionar leyes. La Argentina necesita leyes que perduren en el tiempo y den seguridad jurídica, porque sino vivimos en un limbo permanente”.
También -atento a su pasado como dirigente de la FUBA- cuestionó con dureza la política universitaria del gobierno de Milei, en especial después de la movilización masiva de abril.
Peleó por cambios en el dictamen de mayoría. Finalmente decidió no firmar ninguno de los textos que salieron de la comisión. Y llega a los días finales sin dar detalles de cómo votará en el recinto.
En un reciente encuentro de dirigentes de su partido en Mar del Plata, arengó por un radicalismo que esté preparado para gobernar. “Tienen que ponerse a trabajar para ver cómo encuentran la síntesis a las distintas propuestas de los bloques, que tienen mucho que ver con perfeccionar leyes. La Argentina necesita leyes que perduren en el tiempo y den seguridad jurídica, porque sino vivimos en un limbo permanente”, dijo.
Abad ya trabaja en su sucesión al frente del Comité Provincia, en unas elecciones que no están convocadas pero que serían a finales de año. Su intención es colocar en ese lugar a un hombre de su confianza y retener el papel de principal articulador con los 27 intendentes que el partido tiene en Buenos Aires, los legisladores distritales y los principales referentes locales.
Lousteau votará en contra
El senador Martín Lousteau se transformó en uno de los protagonistas del debate de la Ley Bases en el Congreso. En primer lugar, fue uno de los responsables de garantizarle el quórum al oficialismo para abrir la discusión en la Cámara Alta. Sin embargo, el presidente de la Unión Cívica Radical anticipó que votará en contra de las reformas que impulsa la Casa Rosada. “Este proyecto tiene muchos más vicios que virtudes”, consideró durante su presentación.
Su posición era una de las incógnitas en la previa de la sesión. Lousteau llegó al recinto con un dictamen propio de 100 páginas que promueve algunas reformas sobre el texto original.
“Yo voy a votar en contra de la ley Bases como está. Creo que hay muchas cosas por corregir y modificar de esta ley. Por eso presentamos un dictamen alternativo, a pesar de que los funcionarios decían que hacían a propósito las cosas para no poder trabajarlas, nosotros presentamos un dictamen alternativo que tiene 100 páginas”, manifestó Lousteau poco antes de finalizar su monólogo de más de 35 minutos.
Y en esa línea, agregó: “Queremos un estado más eficaz, más chico, pero que sea más sensible y más justo. Gestionar mejor no es apagar el Estado, la Argentina necesita desburocratizar pero eso no es romperlo todo, no es dejar de gestionar el Estado”.
Uno de los reclamos con los que Lousteau insistió durante su presentación es que el proyecto del oficialismo no cuenta con una fórmula para actualizar los haberes de los jubilados. “En esta ley a las grandes empresas se les da todo y ahora, y para siempre. A los jubilados se les dice que tienen que esperar. Para las empresas grandes hay menos impuestos y estabilidad tributaria por 30 años; en el paquete fiscal para los más millonarios de la Argentina hay menos impuestos y estabilidad por 15 años. Pero los jubilados que aportaron 30 años, no saben ni siquiera cuánto van a cobrar el mes que viene”, subrayó.
En otro orden, el senador radical también se refirió a la problemática del financiamiento de las universidades, un tema que desde el Gobierno comunicaron semanas atrás que ya fue solucionado. Sin embargo, Lousteau no concuerda con esa posición. “El Gobierno dice que resolvió el tema del financiamiento de las universidades, pero lo único que hizo fue actualizar una parte muy pequeña, que son los gastos de mantenimiento”, justificó.
Además, Lousteau habló de las obras públicas paralizadas a lo largo y ancho del país, luego de que el Gobierno de Javier Milei decidiera frenarlas por completo. “Otra ausencia significativa en la iniciativa del Ejecutivo es la falta de preocupacion por la infraestructura de este pais. Ahora nos acabamos de enterar que van a incluir, pero con otra redacción y menor amplitud, un artículo que identifique cuáles son las obras públicas que están cerca de terminarse. Porque es más caro dejarlas caer que terminarlas. No lo habían aceptado, por suerte ahora sí”, señaló.
“Si no pueden considerar a los jubilados, a la educación, a las pymes locales en las grandes inversiones e incluirlas como corresponde, si no pueden terminar las obras públicas pendientes, por lo menos tengan la decencia de no darles plata a los que más tienen. Casi todo lo que hay en la Ley Bases destila una construcción de privilegios para unos pocos. La concepción del Estado tiene que estar para defender a los más grandes, pero ausentarse de cuidar a los más débiles”, concluyó en contra de la Ley Bases que impulsa el Gobierno.
Fuente: diario La Nación e Infobae