Sobre las 9 historias clínicas que presentaron en la Justicia, el Dr. Jorge Fernández Lovell aclaró que no han recibido ninguna información oficial.
El director del Hospital Español, Dr. Jorge Fernández Lovell, confirmó en Radio Altos que la semana pasada personal de la Policía Federal se llevó las 305 ampollas de fentanilo que tenía el nosocomio en custodia luego de que se emitiera la orden de retirar el lote contaminado producido por Laboratorios Ramallo.
Además de los efectivos policiales, participó del operativo una farmacéutica dispuesta por la Justicia que verificó que las ampollas estuvieran envasadas como corresponde para garantizar la cadena de custodia.
“La tarea nos llevó dos horas porque las ampollas que teníamos eran 305 ampollas y tuvieron que verificar las partidas, que era una sola con la que nosotros contábamos. Se sellaron las cajas que teníamos compradas, se firmaron, se pusieron fajas, se metieron en bolsas con precintos numerados y luego de todo eso se hizo un acta de transferencia de depósito judicial y retiraron las bolsas, previa fotografía que le sacaron. Trajeron dos testigos que tomaron de la calle porque no podían ser testigos del hospital”, detalló.
Y leyó lo que menciona el acta: “quedo debidamente notificado de que el depósito judicial oportunamente constituido con relación a las ampollas de fentanilo ha sido dejado sin efecto por el magistrado interviniente quedando extinguidas sus obligaciones al respecto”.
¿Qué pasa de aquí en adelante?, se preguntó y respondió que no lo sabe.
“Por suerte se fue el fentanilo que lo teníamos aquí y no sabíamos qué hacer”, remarcó.
Sobre las historias clínicas enviadas al Juzgado Federal N° 3 de La Plata de los nueve pacientes que fueron tratados en el hospital bahiense con fentanilo y luego fallecieron, afirmó que no tuvieron ninguna comunicación oficial.
Fernández Lovell subrayó que el personal del Hospital Español tiene “la conciencia tranquila de que hemos obrado conforme a la ley, comprando oficialmente, con recibo, con el transporte muy conocido de Bahía Blanca que lo envió desde Rosario”. “Los fallecimientos que tuvimos, que fueron escasos, era de gente que conocíamos su trayectoria, de patologías incurables, de modo que no tenemos el remordimiento de que perdimos a tal o cual enfermo sin querer”, expresó.