El intendente de la ciudad de Rosario, Pablo Javkin, apuntó con dureza contra los laboratorios HLB Pharma y Ramallo, involucrados en el escándalo del fentanilo contaminado que provocó al menos 52 muertes, y aseguró que esas compañías tienen “vínculos con el narcotráfico”, razón por la cual -confirmó Clarín-, el juez Ernesto Kreplak lo citará para brindar su declaración testimonial.
“En razón de sus dichos, el juzgado resolvió citarlo para prestar declaración testimonial, a fin de que aporte todos los elementos a su alcance que puedan contribuir a la investigación en curso”, informaron a este medio desde el Juzgado Federal Nº3.
Hasta ahora, la querella por la muerte de más de medio centenar de pacientes que estaban internados en distintas terapias intensivas del país (la mayoría de Buenos Aires y, en segundo lugar, de Rosario, Santa Fe) estaba compuesta por el Hospital Italiano de la Plata -donde se destapó el escándalo de la droga contaminada con bacterias-, más cinco familiares de víctimas, más el Ministerio de Salud de la Nación.
Si bien la ministra de Salud de Santa Fe, Silvia Ciancio, había inicialmente descartado que las muertes de su provincia pudieran tener relación causal con el fentanilo contaminado, no sólo la provincia reubicó su posición en las últimas semanas (el 8 de julio anunciaron que se sumarían a la querella) sino también la municipalidad de Rosario, que -según dijo este lunes Javkin, en conferencia de prensa- se adherirá a la presentación judicial, en la causa que tramita en La Plata.
“Solo dos laboratorios estaban habilitados para importar fentanilo. Esa importación creció durante la pandemia, pero luego se mantuvo en niveles inusuales. Tenemos que saber si parte de ese suministro terminó en circuitos ilegales“, planteó Javkin ante medios locales.
Al cierre de esta nota, Clarín intentaba establecer diálogo con el jefe comunal, quien en sus declaraciones no terminó de clarificar los elementos que le permiten afirmar que efectivamente existe una vinculación entre los laboratorios que produjeron el fentanilo en mal estado y el circuito del narcotráfico.
Si bien se sabe que Ariel García Furfaro (dueño de HLB y de Alfarma) se movía en ambientes diversos y aunque la relación con el circuito ilegal de estupefacientes sobrevuela lo que se dice de esas farmacéuticas, no se difundieron -por ahora- elementos contundentes que permitan dar esa relación por sentada.
En sus declaraciones, Javkin también trazó un paralelismo con el caso del laboratorio Apolo, una suerte de prefiguración del laboratorio Ramallo (propiedad de Jorge Salinas), que explotó en 2016 en el barrio Tablada de Rosario (Santa Fe). “Sus responsables fueron absueltos y sólo terminaron limpiando el museo del PJ en San Nicolás”, lanzó Javkin, en una frase inquietante.
Por las imprecisiones que rodean este tema y las sugerentes declaraciones de Javkin, es que la Justicia Federal convocará al Intendente, a fin de que comparta su conocimiento con quienes llevan adelante la investigación. Es un asunto que no parece menor, considerando que Alfarma, la droguería más comprometida en esta investigación, constituye una suerte de trío con los laboratorios HLB y Ramallo, y que además tiene sede en Rosario.
Según dijo Javkin, la preocupación se intensificó luego de que las autoridades rosarinas confirmaran que el fentanilo contaminado con bacterias había sido administrado a pacientes internados en terapia intensiva en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA), uno de los principales centros de salud públicos de la ciudad. Como ocurrió en el resto de los casos, los médicos les dieron el potente opiáceo para hacerlos sentir mejor, sin saber que estaba contaminado con bacterias resistentes a los antibióticos.
Tras reafirmar que Rosario se presentará como querellante en la causa penal, Javkin se mostró categórico y, nuevamente, decidido respecto de lo que para muchos es la “pata narco” de esta causa: “No vamos a tolerar que ningún grupo mafioso opere en Rosario”.
Fuente: diario Clarín