Una semana después de la aparición de una ballena sin vida en la Costanera Norte, este lunes fue encontrado otro ejemplar en las mismas condiciones en el Río Paraná, en la ciudad bonaerense de Zárate.
Es el tercer caso que se registra en los últimos 15 días, porque previamente se había dado un caso similar en Vicente López.
El animal, que fue visto flotando cerca de la costanera por un grupo de personas que estaba en el lugar, estaba en un avanzado estado de descomposición. Tras el aviso del hallazgo, personal de Prefectura Naval Argentina (PNA) quedó a cargo del operativo de rastrillaje.
Desde esa fuerza de seguridad, consignó Diario El Norte, precisaron que enseguida informaron a especialistas de la Dirección Nacional de Fauna Silvestre y del CONICET, que realizaron los peritajes correspondientes para determinar las causas de la muerte del mamífero.
Los científicos no descartan que el ejemplar – que podría tratarse de una “ballena jorobada”- hubiera “sufrido colisiones con embarcaciones, complicaciones de salud o consecuencias de tormentas en alta mar” que le hicieron perder la vida.
Las primeras versiones señalan que la ballena podría haber nadado varias horas desde el mar, atravesando aguas dulces hasta llegar a ese tramo del río Paraná. En tanto, la remoción del cuerpo está bajo análisis ya que se debe considerar el impacto ambiental que podría generar.
La semana pasada se registró un episodio similar en la Ciudad de Buenos Aires, cuando una ballena de unos seis metros de largo fue encontrada encallada en la Costanera Norte. El animal estaba en inmediaciones al Parque de la Memoria y a Tierra Santa.
Al día siguiente, comenzaron las tareas para obtener muestras del ejemplar y removerlo del lugar, una labor que llevó adelante personal de Prefectura Naval en un operativo que demandó la utilización de tres embarcaciones.
La noticia generó un fuerte impacto debido a que cinco días antes, el 9 de julio, otro cetáceo fue hallado muerto por un pescador a la altura del kilómetro 18 del canal costero en Vicente López. Personal de la misma fuerza de seguridad constató que el mamífero estaba muerto y encallado en la zona del barrio de La Lucila.
En ese caso, la ballena también estaba fácilmente divisable y se encontraba tendida a muy pocos metros de la costa, con sus aletas hacia arriba. Estaba en un profundo estado de putrefacción.
Fuente: diario Clarín