“Será un salto importante para su mejora”, afirmó el papá del fotoperiodista baleado por Gendarmería.
Pablo Grillo, el fotoperiodista baleado por Gendarmería durante la marcha de las y los jubilados del 12 de marzo último, continúa con su largo y lento proceso de recuperación.
“Evoluciona bien. Es lento, se cansa mucho, pero va mejorando”, describió esta mañana en Radio Altos su papá, Fabián Grillo.
Ahora el joven aguarda que le coloquen la prótesis en su cráneo, que según le han manifestado los médicos que lo asisten, será “un salto importante” en su recuperación.
“El intento de asesinato producido por el Cabo Guerrero le produjo la rotura de cráneo. Y después, en las sucesivas operaciones, tuvieron que ir abriendo en otros lugares para poder acceder. Ahora le tienen que rearmar su cráneo”, explicó.
“Su cabecita es una pelota desinflada. La parte dura de la cabeza no la tiene, solo mantiene la franja central; le faltan las dos tapas de cada costado”, precisó.
Según le expresaron los profesionales médicos, generalmente después de la colocación de este tipo de prótesis que se trata de una impresión 3D, la evolución es muy buena.
Ahora su cráneo está muy expuesto, no solo a golpes sino a la propia presión atmosférica que le provoca molestias, por eso utiliza un casco. “Hoy su movimiento es muy lento, está muy aletargado en todos los aspectos, pero la evolución es buena. Tiene problemas en la atención, por momentos se tilda. Los médicos dicen que en estos casos es, entre comillas, normal y que el paso importante es la rehabilitación y la colocación de la prótesis”, remarcó.
Sobre el día a día de Pablo, contó que por momentos está muy cansado por todas las actividades que tiene que realizar en el marco de la rehabilitación: “Nos aconsejan no sobreestimularlo; está cansadísimo por eso cuando no está trabajando en su rehabilitación, duerme mucho”.
Además de terapia ocupacional y kinesiología, es asistido por psicólogas, psiquiatras y fonoaudiólogos. “Es un trabajo multidisciplinario. Esta semana sumará un taller recreacional”, indicó.
Admitió que no solo le cambió la vida ese 12 de marzo a Pablo sino a toda su familia.
Respecto de la causa judicial, esta semana la jueza María Servini citó a indagatoria a Héctor Jesús Guerrero, el gendarme que hirió a Pablo.
“Esperemos que la justicia haga lo que tenga que hacer y que esté a la altura del pueblo que ya demostró que está a favor de la no agresión, de la no violencia y sí a favor de que estos tipos terminen con su accionar intimidante e intento disciplinador para realizar sus atropellos y sus políticas de miseria”, expresó.
Subrayó que las responsabilidades no deben agotarse en el gendarme Guerrero, para que no vuelvan a usar “estas herramientas” de represión.
Por último, al ser consultado sobre las secuelas que puedan quedan en Pablo, dijo que son esperables, pero inciertas: “No se sabe exactamente qué puede pasar. Por lo pronto los médicos plantean que desde lo motor no habría inconvenientes, en principio. Es prematuro decir qué tipo de secuelas le van a quedar. Eso se va a saber al final de todo este trabajo”.