“Tenemos derecho a vivir mínimamente con las necesidades básicas cumplidas”, aseveró la vecina Beatriz Ladreche.
A ocho meses de la inundación, la situación en General Daniel Cerri sigue siendo muy complicada y ante cada lluvia, diversos sectores quedan intransitables. (Vale aclarar que las fotos que ilustran la crónica no son actuales)
Las y los vecinos siguen reclamando obras, hasta el momento sin ningún tipo de respuestas por parte de las autoridades municipales.
Beatriz Ladreche describió esta mañana en Radio Altos la compleja situación que atraviesan en la localidad con deficiencias en los servicios de luz y luz, sumado al mal estado en que se encuentran las calles de tierra y la falta de obras que generan que ante cada precipitación algunos sectores de la localidad se inunden.
Contó que tras el corte que realizaron en la ruta 3 sur hace dos semanas para exponer el deplorable estado de la inconclusa obra del Paso Urbano y los problemas que atraviesa Cerri, no recibieron el llamado de ninguna autoridad.

De hecho, informó que habían convocado la semana pasada a una reunión en el Centro de Jubilados, pero no fue ni el delegado ni ningún representantes del Ejecutivo.
“Lo que necesitamos son respuestas; si cortamos la ruta está mal porque es un delito, ¿pero qué hacemos? ¿Cómo seguimos viviendo? Se aproxima el verano y qué vamos a hacer sin agua, con los cortes de luz súper recurrentes, con las calles como están en muy mal estado, con presencia de mosquitos. Hay un montón de cosas para hacer y no vemos gente trabajando”, se quejó.
Aseguró que “los únicos héroes” durante y tras la inundación fueron los bomberos y “el pobre ayudando al pobre”: “Ellos tienen un cargo político, ellos están bien, y nosotros acá seguimos esperando una mínima respuesta”.
Beatriz el 7 de marzo tuvo dentro de su casa agua hasta la cintura, perdió muebles y recién, hace pocos días, logró cobrar los $3.000.000 del subsidio SUR. El dinero le alcanzó solamente para cubrir parte de los gastos para arreglar techos.

Subrayó que la inundación profundizó varios de los problemas que atravesaba la localidad y entre las obras primordiales mencionó solucionar el desborde de los canales que rodean a Cerri. Ante cada precipitación el agua queda estancada impidiendo la circulación por distintos barrios.
“Nosotros somos el último orejón del tarro. Tenemos el derecho a vivir mínimamente con las necesidades básicas cumplidas. Son muchas las necesidades que tenemos”, insistió.
Y concluyó: “Nunca hay nada para Cerri, ¿qué somos nosotros? Yo creo que éste es tristemente el final de Cerri”.