El exvicepresidente de ENACOM, Gustavo López, advirtió sobre el fin del programa que permitía llevar fibra óptica a barrios populares y a zonas de difícil acceso.
Días atrás el gobierno de Javier Milei eliminó otros tres fiduciarios. Uno de ellos era el Fondo Fiduciario del Servicio Universal que estuvo vigente durante más de 10 años y que permitió que barrios populares, localidades pequeñas y zonas de difícil acceso cuenten con Internet.
El 1% de la facturación neta de las empresas que prestan ese servicio se destinaba a ese fondo.
Desde el Ejecutivo nacional se argumentó que se decidió ponerle fin a esa política pública porque se detectaron varios programas asociados que carecían de instrumentos que justificaran su continuidad y no cumplían con los objetivos estipulados.
“Ese fondo sólo podía ser usado para extender redes de fibra óptica. Donde las empresas no llegaban porque no tenían voluntad de llegar sea porque no era negocio, eran pueblos muy alejados o con muy poca cantidad de habitantes, o zonas muy dificultosas para acceder, ese fondo permitía llevar el servicio”, resumió el exvicepresidente de ENACOM Gustavo López.
En diálogo con Radio Altos, subrayó que esa política pública consistía en otorgar subsidios a pymes o cooperativas que quisieran llevar Internet a esos lugares donde los privados no llegaban.
Durante su gestión al frente del ENACOM, fueron aprobados 409 proyectos beneficiando a más de 7.300.000 personas.
Aseguró que no existieron irregularidades en su implementación y destacó la gran cantidad de controles que se ejecutaban previo a la entrega de los fondos.
Respecto de las obras que estaban en marcha y que fueron paralizadas por la gestión de Milei (serían alrededor de 300), no descartó que comiencen a plantearse demandas judiciales porque hay contratos firmados.
“El dinero que van a seguir recaudando, más la plata que ya está en este fondo fiduciario, se debe usar para terminar las obras y, obviamente, satisfacer a estas 7 millones de personas que están esperando la fibra óptica”, planteó.
Fue muy crítico con la gestión libertaria y aseguró que no les interesa que la población argentina puede acceder al servicio de internet.
“Se acabó el recibir internet por fibra óptica si vivís en un pueblo alejado, en un barrio popular, en una zona de difícil acceso. Si una empresa no va porque no es negocio, te quedás sin ese derecho”, alertó.