El Vaticano comenzó este sábado los tradicionales nueve días de duelo por el fallecimiento del papa Francisco, un período conocido como Novendiales, que se extenderá hasta el próximo domingo 4 de mayo. A eso le seguirá el Cónclave que elegirá a su sucesor.
La ceremonia de apertura fue la Misa funeral celebrada en la Basílica de San Pedro, donde miles de fieles y autoridades religiosas se congregaron para despedir al primer papa latinoamericano de la historia.
El calendario de homenajes fue aprobado durante la Segunda Congregación General de Cardenales, que tuvo lugar el miércoles pasado en el Aula del Sínodo. Allí, 103 cardenales votaron el cronograma litúrgico que busca resaltar la universalidad de la Iglesia y el impacto global del pontificado de Francisco.
Cada misa diaria estará dedicada a diferentes sectores de la Iglesia y será presidida por cardenales de alto rango. El programa establecido es el siguiente:
Una vez finalizados los 9 días de duelo se dará el paso al Cónclave que elegirá al sucesor de Francisco. Según lo estipulado, esa reunión de la que participarán 134 cardenales se iniciará entre 15 y 20 días después de la muerte del Sumo Pontífice.
Mientras los purpurados definen al sucesor de Francisco, el Vaticano activó de forma automática el protocolo conocido como “Sede Vacante”, que inicia el proceso de transición hasta la elección de un nuevo Pontífice. Así, la Iglesia quedó bajo custodia del camarlengo – una figura cuyo gobierno “de transición” – personificado por el cardenal irlandés Kevin Farrell.
En la previa del cónclave – que se espera que inicie entre el martes 6 de mayo y el domingo 11 de mayo -, al menos 17 candidatos se perfilan como papables. Sin embargo, y con votaciones largas que pueden estirarse varios días hasta definirse, cabe destacar un viejo dicho de la Iglesia Católica que sentencia que “el que entra al cónclave como papa, sale como cardenal”.
La Iglesia Católica respeta una tradición de casi 800 años para elegir a su próximo líder. Si bien los procesos comienzan con la muerte del Papa, la parte más importante es conocida como Cónclave papal, y refleja el sistema de votación que se utiliza en el Vaticano para confirmar al nuevo Sumo Pontífice.
El Cónclave es, en esencia, un proceso democrático en el que los cardenales atraviesan numerosas instancias de votación hasta que surja un consenso claro sobre quién debe ser el nuevo papa.
El proceso comienza con una una misa especial por la mañana, después de la que los 135 cardenales en edad de votar se reúnen dentro de la exquisitamente decorada Capilla Sixtina, sede de todos los cónclaves papales desde 1858. Tras esto, se escuchará el grito de “extra omnes” (todos afuera) y los cardenales, que prestaron juramento de secreto, serán encerrados en el Cónclave hasta que puedan elegir un sucesor.
Cabe destacar que, durante todo este proceso, los cardenales estarán “encerrados” y no podrán tener contacto con el exterior ya que el mismo podría afectar su juicio a la hora de votar. Tampoco hay garantía de cuánto puede llegar a durar la votación y la misma puede extenderse por días, semanas e incluso, aunque mucho menos probable, durante años.
Es entonces cuando se abre un período de fuertes negociaciones para elegir al nuevo Papa. Los cardenales, mediante una combinación de discursos, oración, reflexión y un intenso forcejeo político, van seleccionando candidatos en las sucesivas rondas de votación.
A la hora de votar, los cardenales permanecen sentados a ambos lados de la Capilla Sixtina, y se eligen al azar los nombres de nueve cardenales para oficiar y organizar la votación, de los cuales tres se convierten en escrutadores, cuya tarea es supervisar la votación. Por su parte, tres más recogen los votos y otros tres los revisan.
Según las normas actuales de la Iglesia, sólo los cardenales menores de 80 años pueden emitir su voto. Es por eso que, para elegir al sucesor de Francisco están habilitados para votar 135 purpurados aunque, finalmente, 133 participarán del Cónclave. Del total de los autorizados a participar de los comicios, 108 fueron nombrados durante el papado del argentino, por lo que se espera que pueda haber una continuidad en el perfil del próximo Sumo Pontífice.
Fuente: diario Ámbito