El rector Daniel Vega dijo que según las primeras estimaciones las reparaciones demandarán unos 700 millones de pesos.
“No hay un solo edificio que no tenga problemas”. Así resumió el rector Daniel Vega los daños que provocó en dependencias de la Universidad Nacional del Sur el temporal del pasado sábado.
La situación más compleja se presenta en el edificio de 11 de abril 445 donde funcionan las escuelas medias. Advirtió que hay peligro de desprendimiento del cielorraso sumado a que está ingresando agua de las precipitaciones.
Se volaron chapas y cayó mampostería en el sector del jardín y mucho material quedó arriba de los juegos infantiles.
“De cara al ciclo lectivo del año que viene tenemos que atender eso con la mayor urgencia posible. El gran desafío será dejar todo preparado para el 2024”, remarcó.
También señaló que se registran daños significativos en el predio de Palihue. Allí la nueva sala de lectura se vio “severamente dañada” con tres puertas del frente que “se volaron”.
Dos casas de estudiantes sufrieron roturas de magnitud; a una se le cayó encima un árbol y “la partió a la mitad”. “Tuvimos suerte que no había nadie y que no hubo heridos”, subrayó.
En el edificio de Alem hubo importante voladuras de chapas en diversos sectores y está ingresando agua de lluvia. Sí destacó que en esos sectores junto a Defensa Civil lograron remover gran parte del material que estaba suelto para evitar cualquier accidente.
El rector Vega ayer viajó a Capital y mantuvo un primer encuentro con el secretario y subsecretario de Educación de Nación, quienes reiteraron lo planteado por el presidente Javier Milei: “no hay plata”. Recalcó que se trató de una primera reunión y que aún no está definido ni el presupuesto ni la estructura de funcionamiento de ese ministerio.