El politólogo Galileo Vidoni aseveró que desde su privatización durante el menemismo, el Estado nunca recuperó la capacidad de operar el servicio.
El politólogo Galileo Vidoni analizó la compleja situación que atraviesa el sistema ferroviario argentino y cuestionó a los distintos gobiernos que pasaron tras el menemismo cuando se avanzó con las privatizaciones, por no recuperar ese transporte.
“Desde la desarticulación, del desguace, del sistema ferroviario que hizo el menemismo con las concesiones y con la entrega del sistema en partes a distintas empresas privadas, lo que desapareció fue la capacidad del Estado de tener una empresa ferroviaria propia, capaz de planificar en función de la demanda y de las necesidades del servicio”, resumió sobre lo que viene ocurriendo desde hace 30 años.
En diálogo con Rado Altos señaló que hubo esfuerzos aislados y por momentos hasta contradictorios que nunca permitieron que el Estado recupere la función de ser el gestor común del sistema de ferrocarriles. De hecho, afirmó que desde la caída del modelo de concesiones se acumularon distintas sociedades y empresas que cumplen distintas funciones en cuanto a infraestructura, a personal, a pasajeros, entre otras.
Destacó la gestión de Florencio Randazzo al frente del ministerio de Interior y Transporte durante el segundo gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y recordó que en 2015 se sancionó una ley para recrear Ferrocarriles Argentinos, “una especie de holding que iba a reagrupar a todas estas empresas y a darles un sentido común desde la marca hasta la planificación”. Pero no llegó a implementarse.
Luego durante la gestión como ministro de Transporte de Guillermo Dietrich, en el gobierno de Mauricio Macri, indicó que se decidió volver a separar todo y esa “sociedad madre” Ferrocarriles Argentinos no funcionó.
Y en cuanto al actual gobierno de Alberto fernández, consideró que prioriza la lógica de distribución política de todas las empresas vinculadas al sistema ferroviario. “Hoy es imposible reunificarlas por una cuestión de hasta internas políticas entre los distintos titulares de las empresas”, aseveró.
Vidoni dijo que desde hace varios años hay una idea instalada de que el ferrocarril de pasajeros no sería viable en Argentina por la baja densidad poblacional y por las grandes distintas, idea que, entendió, se utiliza para justificar el abandono de servicios en nombre de la prioridad de las cargas o de que la renovación de las vías no es viable en términos de costo beneficio.
“Es una mirada cortoplacista que anula cualquier posibilidad de planificación de la movilidad y de la intervención territorial. La potencialidad que tiene el ferrocarril es enorme y las externalidades positivas que tiene en términos ambientales, de seguridad vial, hasta de confort y tiempos de viaje, son indudables”, subrayó.
SI bien admitió que es casi imposible que Argentina vuelva a tener el servicio ferroviario de la década del 70, sí se mostró optimista en que puedan explotar de una mejor manera corredores como Olavarría- Bahía Blanca, Constitución- Córdoba, Constitución- Rosario y Constitución- Mar del Plata.