El mercado laboral formal tuvo un pequeño respiro en abril, con un aumento mensual de 0,1% en la cantidad de trabajadores registrados. Aunque frente a noviembre de 2023 se destruyeron más de 180.000 empleos. El salario tampoco se encuentra en su mejor momento: el poder adquisitivo continúa golpeado, cayó por cuarto mes consecutivo y, con los datos provisorios de mayo, ya acumula un retroceso del 5,5%.
En abril hubo 12,8 millones de personas con empleo registrado, unas 14.600 más que en marzo, según el informe de la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social. Dentro de ese universo, los asalariados sumaron 10 millones y los trabajadores independientes (monotributistas y autónomos) fueron 2,7 millones.
La remuneración nominal bruta promedio fue de $1.679.334, con un aumento del 0,2% frente a marzo, y la mediana salarial, en tanto, fue de $1.232.516 y registró una suba del 2,44% mensual; mientras que la inflación de abril se ubicó en 2,8%.
Con los datos proyectados de mayo en base a los convenios colectivos, el salario volvió a caer en ese mes. Así, los haberes ya están 1,4% por debajo de noviembre 2023, cuando asumió el gobierno Javier Milei, según el economista Luis Campos.
“Los salarios no paran de caer y es asimilable a una fuerte crisis: la baja de 5,5% entre enero y mayo es muy importante, parecido a lo que pasa en crisis inflacionarias. Esto muestra el cariz regresivo y recesivo del ancla salarial para bajar la inflación“, analizó Federico Pastrana, de C-P Consultora, en diálogo con Ámbito.
Para el empleo público la dinámica es aún peor que la del privado con caídas de hasta 31,6% real frente a 2023. “El retroceso salarial desde fines de 2023 es muy importante y llega, en promedio (estatales nacionales y provinciales), al 15,5%. En el caso del Estado Nacional la caída es impactante: contra noviembre de 2023 fue del 31,6%”, precisó Campos.
El empleo asalariado privado registró un incremento del 0,2% mensual, alcanzando los 6,28 millones de trabajadores. De este modo, cortó una racha de oscilaciones que incluyó bajas en enero y marzo. La tendencia, según Pastrana, es de “estancamiento”, ya que crece un mes y cae al siguiente sin una tendencia firme.
El sector público también creció, aunque apenas un 0,1%, mientras que el trabajo en casas particulares cayó un 0,3% mensual y acumula una baja del 3% interanual, reflejando la crisis en los hogares empleadores. “En abril de 2025 la cantidad de trabajadoras registradas en el sector fue la más baja de los últimos 12 años”, señaló Campos.
El trabajo independiente, en general, se mantuvo estable. Sin embargo, el monotributo social continúa en caída libre: en abril se redujo un 1,6% mensual y en la comparación interanual la merma llega al 63%, tras los cambios normativos y el reempadronamiento que excluyó a quienes no cumplían con los requisitos de facturación o aportes. Por su parte, el monotributo común creció 0,3% en abril y los autónomos cayeron un 0,2%.
“La caída acumulada de los puestos de trabajo fue de 183.447 desde noviembre de 2023, con una recuperación muy marginal en relación a los mínimos de mediados de 2024”, según Campos.