Desde el gremio, Mario Romero denunció que el gobierno de Milei planea despidos masivos de trabajadores y venta de activos del organismo.
El gobierno de Javier Milei avanza con el plan de ajuste sobre el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria). El pasado viernes a través de la Resolución 70/2024 publicada en el Boletín Oficial se oficializó la convocatoria a una subasta de un edificio propiedad del organismo ubicado en el barrio porteño de Palermo y desde el gremio advierten que es el primer paso para desprenderse de activos.
Mario Romero, secretario general de la Asociación de Profesionales del INTA, informó que las nuevas autoridades del organismo, el presidente Nicolás Bronzovich y la vicepresidenta María Beatriz Giraudo, presentaron días atrás un proyecto de gestión que incluye el achicamiento de la planta de personal y la venta de activos.
“Plantean sacar a alrededor de 227 trabajadores de planta permanente y luego seguir analizando otras bajas”, alertó.
Y, dentro del plan de venta de activos, mencionó a los campos donde están ubicadas las estaciones experimentales del INTA en Hilario Ascasubi y en Bordenave.
En el primer caso, de las 190 hectáreas con las que cuenta el organismo, se proyectna vender 144, y en el segundo caso, de las 600 hectáreas, plantean desprenderse de alrededor de 500.
El próximo jueves 28 de noviembre se reunirá el Consejo Directivo que cuenta con representantes del Ejecutivo nacional, de las facultades de Agronomía y de Veterinaria, de las entidades agropecuarias (CONINAGRO, SRA, FAA y CRA) y de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola. En el encuentro se analizará la propuesta de las nuevas autoridades.
Ese día el gremio movilizará a la sede de INTA central en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para exigir que el Consejo Directivo dé marcha atrás con el plan de desmantelamiento del organismo.
E indicó que desde diciembre se concretaron 300 retiros voluntarios, 200 jubilaciones y ahora se pretende avanzar, en principio, con 227 despidos y un achique de estructuras.
“Está en riesgo la continuidad de proyectos del INTA y de un organismo que les brinda respuestas a los productores en el territorio”, expuso, por último.