Silvana Toledo relató lo vivido el 7 de marzo cuando su casa se inundó. Durante el temporal de diciembre de 2023 se había volado el techo de su vivienda.
Nuestra excompañera de Frente a Cano y Radio Altos Silvana Toledo volvió a sufrir junto a su familia otro evento meteorológico que provocó daños en su vivienda.
El 16 de diciembre de 2023 se voló el techo de su vivienda ubicada en el barrio Nueva Argentina, a pocos meses de mudarse. Y el pasado viernes 7 de marzo su casa se inundó.
“El agua hizo desastres en el barrio. A 9.15 empezó a entrar agua por la puerta y en menos de 10 minutos había un metro de agua afuera”, relató. Dentro de su casa llegó a haber casi 60 cm de agua.
Su hijo Aaron de 8 años permaneció arriba de la mesa hasta que una máquina pala del Municipio, que estaba evacuando personas, pasó por la esquina y los trasladó hasta un lugar seguro.
“Nos llevaron a un colectivo que estaba en Chaco y Klosterman, a dos cuadras de mi casa. Había mucha gente evacuada. Les alcancé a avisar a nuestros familiares que nos evacuaban y que Gabriel (su esposo) se quedaba en la casa”, continuó relatando.
Luego la llevaron junto a su hijo a una iglesia y otro grupo de vecinos fue trasladado a la sociedad de fomento del barrio Maldonado.
“En la iglesia había muchos evacuados. Me dieron ropa para cambiarme y yo tenía un bolso con documentación y ropa de Aarón seca (lo tiene preparado desde el temporal de diciembre ante una emergencia) y lo cambié”, indicó.
Pasado el mediodía pudo llegar a la casa de una amiga, en Pacífico al 2000, y en ese momento tomó dimensión de la magnitud del temporal. “La angustia era saber qué pasaba con Gabriel que había quedado en la casa inundada. Alrededor de las 17 decidí volver al barrio y el agua ya había bajado”, precisó.
Siete días después de la inundación pudo volver a habitar su casa, gracias a la ayuda de muchas personas que colaboraron con la limpieza y donaciones.
Una mención especial hizo de Aarón, quien en sus ocho años vivió una pandemia, un temporal de viento y una inundación, como gran cantidad de niños y niñas de la ciudad.
“Aarón con el viento la pasó mal, hizo terapia. Y hace pocos días, una noche lo escuché llorando y me dijo que no quiere vivir en esta casa porque nos pasan cosas malas. Ahí recién empezó a contar todo lo que había vivido durante la inundación”, expuso sobre el impacto de este tipo de eventos en las infancias.