Policías de Corea del Sur detuvieron este martes por la noche (hora argentina) al presidente Yoon Suk Yeol, quien había sido destituido del cargo tras su breve imposición de la ley marcial en diciembre. Según informaron agencias internacionales, el surcoreano se negó a declarar en el arranque de su interrogatorio tras su arresto.
En un mensaje de video grabado antes de ser escoltado a la sede de una agencia anticorrupción, Yoon lamentó que “el estado de Derecho haya colapsado completamente en este país”, pero señaló que estaba cumpliendo con la orden de detención para evitar enfrentamientos entre los agentes policiales y el servicio de seguridad presidencial.
Se pudo ver una serie de camionetas SUV negras, algunas equipadas con sirenas, saliendo del complejo presidencial acompañadas por escoltas policiales. Un vehículo que aparentemente llevaba a Yoon llegó más tarde a la Oficina de Investigación de Corrupción para Funcionarios de Alto Rango en la cercana ciudad de Gwacheon.
Yoon fue puesto bajo custodia aproximadamente tres horas después de que cientos de policías ingresaron al complejo residencial en su segundo intento de detenerlo por su imposición de ley marcial el mes pasado.
Los abogados de Yoon intentaron persuadir a los investigadores de no ejecutar la orden de detención, diciendo que el mandatario surcoreano se presentaría voluntariamente para ser interrogado. Sin embargo, no se aceptó la propuesta.
Los agentes policiales, según informaron las autoridades locales, no encontraron resistencia significativa por parte de las fuerzas de seguridad presidenciales mientras se acercaban a la residencia de Yoon y de momento no había reportes de que se hubieran producido enfrentamientos.
Está previsto que el presidente destituido permanezca en el Centro de Detención de Seúl, en Uiwang, cerca de la sede de la CIO.
Más de mil investigadores anticorrupción y agentes de policía podrían haber participado en la operación para aprehender a Yoon, quien había estado refugiado en la residencia de Hannam-dong en la capital, Seúl, durante semanas mientras prometía “luchar hasta el final” en contra de los esfuerzos por destituirlo.
La destitución del presidente de Corea del Sur
El presidente Yoon, de 63 años y con bajos números de popularidad, sorprendió al país al anunciar la imposición de la ley marcial la noche del 3 de diciembre y al enviar al ejército al Parlamento para impedir que los diputados pudieran reunirse.
El mandatario, enfrascado en una pugna con la oposición en torno a los presupuestos, acusó a sus rivales políticos comportarse como “fuerzas antiestatales”, y dijo que buscó con esta medida extrema proteger al país de las “amenazas” del régimen comunista de Corea del Norte.
La decisión suscitó un movimiento de indignación, con miles de manifestantes movilizándose de inmediato y enfrentándose a los militares a las puertas del Parlamento.
Los diputados lograron reunirse y en cuestión de horas tumbaron con su voto la ley marcial.
Fuente: diario Clarín