Lo recalcó Antonela Abregú, hermana de la joven que murió en la comisaría de Laprida. Aseguró que “hay más encubridores”.
Ayer cinco policías de la Bonaerense fueron detenidos en el marco de la investigación judicial por la muerte de Daiana Abregú en la comisaría de Laprida. Además, cambió la carátula, ahora se investiga como homicidio doblemente agravado.
“Estamos contentos a pesar de la situación porque sabemos que se está haciendo justicia y que las cosas se están haciendo bien”, expresó esta mañana en Radio Altos Antonela Abregú, hermana de Daiana.
No dudó en afirmar que hay otras personas que son encubridoras del crimen y que también deben ser arrestadas.
Recordó que desde el momento en que les informaron que Daiana había fallecido dudaron de la versión policial del suicidio. “Desde un primer momento sabíamos que era mentira. Creíamos en mi hermana y en que no se quitara la vida así y en ese lugar donde ya había estado demorada y donde la habían golpeado. Ella tenía una vida tranquila y alegre”, describió.
Además, señaló que su hermana tenía moretones y la nariz fracturada y que eso aumentó sus sospechas sobre qué le había ocurrido en la celda. “Desde el día en que nos dijeron que estaba muerta, no creímos que era un suicidio”, insistió.
Antonela reclamó que se sean individualizados todos los responsables de la muerte de su hermana y de dejar a un niño de 9 años sin su mamá.
Destacó la ayuda que recibieron de la Comisión Provincial por la Memoria que intervino y solicitó una segunda autopsia, que fue la que confirmó que Daiana no tenía lesiones compatibles con un suicidio. “Si nosotros nos quedábamos con esa primera versión, todo terminaba en un suicidio. Pero empezamos a atar cabos y empezamos a realizar marchas para que la gente no se olvide, para que nos escuchen y hagan algo. La segunda autopsia la quisimos desde un principio y tuvimos mucha ayuda de la Comisión Provincial por la Memoria”, resaltó.
Antonela, por último, dijo que pese al dolor que atraviesa a su familia, la detención de los cinco efectivos policiales los consuela porque “alguien está empezando a pagar por esto y se está sabiendo la verdad. “Es un dolor horrible el que sufrimos como familia. Alguien tiene que pagar por todo esto, no puede ser que maten a gente como si nada”, enfatizó.