Leonardo Valente sostuvo que la ciudad “no es atractiva” y Silvia London planteó que puede deberse a otros factores.
Luego de que el INDEC dé a conocer las cifras provisionales del último CENSO que se realizó en mayo del año pasado, comenzaron los primeros análisis respecto a la población de nuestra ciudad. Bahía Blanca tiene, de acuerdo al informe difundido ayer, 335.190 habitantes.
El excandidato a intendente Leonardo Valente utilizó su cuenta de Twitter para evaluar los números relacionados a la población bahiense. “El país creció 18% desde 2010, nosotros 11%. El partido, la ciudad que no resulta atractiva y sigue expulsando gente. El fracaso de los últimos 30 años de gestión, como mínimo”, advirtió.
Está mañana en diálogo con Radio Altos amplió esos conceptos y aseguró que Bahía Blanca hace 30 años que está creciendo por debajo de lo que se denomina “el crecimiento vegetativo de la población”. “Si Bahía Blanca crece sistemáticamente por debajo de la población nacional, implica que no generamos expectativas favorables para que la gente venga a vivir a Bahía”, sostuvo.
Y en cuanto a quienes emigran, opinó que son personas que no están conformes con las oportunidades laborales, con la cobertura de distintas necesidades y con hasta la belleza de la localidad. “La ciudad va perdiendo sistemáticamente su brillo”, remarcó.
Valente insistió en que en una época en la que empieza en Argentina a experimentarse la necesidad de vivir en el interior, Bahía Blanca no resulta, justamente, una ciudad atractiva.
Por su parte, la directora del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales del Sur, Dra. Silvia London, consideró que en parte la ciudad puede no ser atractiva, pero en parte sí lo puede ser, y eso depende de la profesión de cada persona.
Por eso, al analizar los datos del CENSO fue más allá y habló de otros factores que explican el por qué Bahía Blanca creció por debajo del promedio nacional.
Dijo que la primera lectura que se hace del informe censal, es que la población bahiense está creciendo desde los años 80 sostenidamente, quizás no al mismo ritmo que la población de toda la Argentina, pero subrayó que sigue creciendo y eso produce una presión sobre la infraestructura social.
“Lo primero que se puede ver es que Bahía Blanca crece por debajo del promedio nacional y eso puede marcar dos hechos, o que en Bahía la tasa de natalidad es baja o que hay una expulsión de los jóvenes de Bahía hacia otros destinos donde puedan haber mejores condiciones laborales”, enumeró.
Agregó que como la nuestra es una ciudad intermedia y “chica” hay un factor importante en lo que es la migración de los más jóvenes en búsqueda de otros destinos laborales y eso influye en que se esté por debajo de aquel promedio país.
London precisó también que al tratarse de una ciudad de ingresos medios, las familias tienden a ser más chicas en cuanto a cantidad de integrantes, pero como paralelamente hay un porcentaje importante de personas en situación de pobreza con familias numerosas, “habría una suerte de compensación entre el crecimiento de esos grupos numerosos y las de ingresos medios altos que evidentemente tienen menos hijos”.
“Que en Bahía Blanca la población crezca significa que necesitamos más infraestructura o necesitamos mejorarla”, subrayó.
Manifestó que es importante proyectar, en el marco del crecimiento poblacional, cómo garantizar el acceso a servicios, por ejemplo, de salud, educación o transporte público.
Dijo que si se cierran salas médicas o disminuye el número de prestadores en hospitales públicos, aparece un problema grande, al igual que si no se construyen nuevos jardines de infantes y escuelas porque sino las y los niños tienen que trasladarse grandes distancias para poder acceder a la educación. “