El ministro de Economía, Luis Caputo, sostuvo este jueves que “en una situación con ruido electoral manifiesto, lo último que vamos a hacer es dejar que vayan pesos al mercado”, al referirse en el canal de streaming Carajo al endurecimiento del régimen de encajes impuesto a las entidades bancarias.
En ese marco, advirtió que los factores políticos siguen siendo determinantes para la conducta de los inversores y la formación de precios.
Caputo explicó que la percepción de inestabilidad política mantiene al mercado financiero en alerta, influyendo directamente en la tasa de interés y en la valuación de activos.
“El mercado pricea un riesgo político, el fantasma de que vuelva el mal y el caos, y eso para el mercado es importante”, remarcó.
Añadió que la política monetaria busca que la base monetaria común coincida con la amplia y que solo se aceptará un aumento si responde a “buenas razones”, como un mayor crédito. “Cuando no tenemos certeza de por qué sube la demanda, no lo vamos a convalidar, porque cuidamos la inflación”, subrayó.
Recordó que, desde diciembre, cuando el riesgo país estaba en 550 puntos, se lograron avances significativos: se levantó el cepo, se recapitalizó el Banco Central con un acuerdo con el FMI, se compraron u$s5.000 millones adicionales y se mantuvo un proceso de desinflación.
“Si me hubieras dicho que después de todo esto el riesgo país estaría más cerca de 400 y no de 700, te hubiera dicho que sí”, señaló, y sostuvo que el factor político explica por qué se mantiene por encima de ese nivel.
Incertidumbre electoral y estabilidad cambiaria
Por otra parte, el ministro destacó que la incertidumbre electoral también impacta en los bonos en pesos y la deuda externa, más allá de la mejora en las cuentas fiscales y las reservas. Según Caputo, los inversores no reaccionan solo a los fundamentos económicos, sino a la posibilidad de cambios que alteren el equilibrio alcanzado.
En materia cambiaria, defendió el esquema de flotación del dólar, remarcando que el billete puede subir o bajar según la disponibilidad de pesos en el mercado. Recordó que en julio la cotización avanzó 13,6%, pero al descontar la tasa en pesos -cerca de 5%- el aumento efectivo fue inferior a $100. “En los primeros días de agosto ya cayó $85 en términos nominales y con la tasa son otros $40; ya cayó más en agosto que lo que subió en julio”, puntualizó.
El funcionario vinculó directamente la determinación de la tasa con el contexto legislativo y político. “¿Cuál es la tasa de equilibrio de un Congreso que te pone 12 leyes para romper el equilibrio fiscal en dos semanas? El mercado lo dirá. El dólar se moverá de acuerdo a esa tasa”, afirmó.
En su visión, las tasas actuales reflejan factores políticos, más allá de la lógica estrictamente monetaria, lo que obliga a mantener un sesgo restrictivo para evitar presiones sobre los precios.
En este marco, Caputo descartó que el Banco Central intervenga comprando divisas hasta que finalice el período electoral. “Tampoco vamos a estar comprando dólares en esta situación porque sería inyectar también pesos”, advirtió, y reafirmó que la prioridad es mantener la estabilidad cambiaria como pilar del programa económico.
Fuente: diario Ámbito