Luego de que Juntos por el Cambio recalentara la previa al anunciar el faltazo a la sesión, el oficialismo bajará al recinto del Senado con la obligación de reunir quórum con el aporte de legisladores aliados para poder aprobar un proyecto de declaración de repudio al intento de magnicidio a la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Aún con la certeza del faltazo opositor, que venía manejándose hasta ayer como un secreto a voces, la sesión está en pie y su comienzo estipulado para las 11 de la manaña.
El oficialismo del Senado, conducido por el formoseño José Mayans, busca así imitar a la Cámara de Diputados que el sábado pasado, horas después del sismo que generó la noticia del atentado a la ex jefa de Estado, se reunió en pleno para votar un proyecto que le dio un marco institucional de repudio generalizado en la llamada “casa del pueblo”, donde se encuentran representadas todas las fuerzas políticas con peso en cada provincia.
En el juego de las diferencias entre las dos cámaras del Congreso, vale remarcar que Cristina Kirchner es además la titular del Senado.
Sin embargo, desde el interbloque liderado por Alfredo Cornejo adujeron que ellos ya cumplieron con su deber democrático cuando el jueves pasado por la noche tuvieron la rápida reacción de firmar la declaración de repudio y posar para una foto conjunta al poco tiempo de tomar conocimiento del atentado, por lo que ahora una sesión a la medida del oficialismo sería redundante y sólo explicable por la supuesta ambición del Frente de Todos de hacer “un uso político partidario del Congreso”.
“La inmediata, oportuna y sincera actitud de los senadores de Juntos por el Cambio, a pocos minutos de ocurrido el atentado, donde firmó una declaración conjunta con el bloque del Frente de Todos, no sólo reflejó su total ausencia de especulación en torno a un hecho de tamaña magnitud, sino que además marcó el camino adecuado para transmitir certidumbre a la sociedad”, destacaron los senadores opositores en el comunicado.
Según explicaron, “la posterior decisión del oficialismo de abandonar ese camino, politizar el hecho e intentar responsabilizar a la Justicia , los medios y la oposición como instigadores del hecho, indica la necesidad de evitar mayores niveles de confrontación y crispación social, con miras a favorecer la paz social”.
Pese a que en Diputados se le bajó el tenor al texto aprobado, quitando como exigía Juntos por el Cambio las menciones a “los discursos de odio” y “violencia política”, en el interbloque opositor temen que el oficialismo convierta el recinto en una tribuna para victimizarse y señalar a opositores como corresponsables del intento de magnicidio.
“La Justicia debe investigar para lograr el esclarecimiento del atentado contra la vicepresidenta, mientras que este Senado tiene la obligación de debatir soluciones a los graves problemas que golpean día a día a los argentinos”, diferenciaron.
Esta última referencia parece apuntar a una intención de la oposición de hacer una separación tajante para que las fuerzas partidarias se corran y dejen atrás el debate sobre la dramática y gravísima situación institucional que tuvo como víctima a la vicepresidenta de la Nación, así como las consecuencias que se desprenden de ella, para dejar el tema (“policial” para los opositores que campean en los extremos) exclusivamente en manos de la Justicia.
Fuente: NA