“Hoy es un día especial, me levanté raro, es complicado”, expresó Martín Ramírez, quien sufrió la amputación de su pierna izquierda y perdió a dos familiares.
Esta mañana, a dos años del trágico temporal de viento que provocó el derrumbe del paredón del club Bahiense del Norte, visitó los estudios de Radio Altos Martín Ramírez, quien sufrió la amputación de su pierna izquierda y perdió ese 16 de diciembre a su cuñado y a su suegra.
“Estoy bastante bien, sigo rehabilitándome. Hoy es un día especial, me levanté raro. Es complicado, expresó en primer lugar.
Inmediatamente, recordó que hace exactamente dos años fue a presenciar el show de patín de fin de año de su pequeña hija y “de un momento a otro” se despertó en el Hospital Municipal, sin una pierna y con la noticia de que habían fallecido personas, entre ellas, dos familiares.
“Salí de ahí (del club) de milagro, por suerte pude salir. Tengo un recuerdo muy fresco que es estar arrastrándome desde donde se cayó el paredón y ver a una persona que hacía lo mismo pero que en un momento se tiró para atrás y no se levantó más. Supongo que es uno de los fallecidos”, relató.
Hizo hincapié que tuvo que aprender a convivir con los recuerdos y particularmente con los dolores. El primer año aparecieron los problemas psicológicos, las pesadillas y gracias al tratamiento psiquiátrico que inició, esas pesadillas fueron desaparecieron. “Me despertaba con la sensación de tener escombros en las manos, escuchaba gritos y cuando iba al hospital a realizarme curaciones, sentía que las paredes se achicaban y se me caían encima. Ese nivel de sufrimiento tuve el primer año”, señaló.

Sigue con tratamiento psicológico, una vez por semana tiene sesión y siempre termina dialogando con la profesional de lo ocurrido el 16 de diciembre de 2023. Pudo volver a andar en bicicleta, su gran pasión, y retomó el gimnasio, que aunque admitió no le gusta, pero lo ayuda.
Desde que perdió su pierna y tras recibir la prótesis, tuvo que volver a aprender a caminar, a saltar, a subir una escalera, a agacharse: “Es un proceso muy largo, hay una parte del cuerpo que no la tenés y que te das cuenta que es fundamental porque te ayuda al equilibrio y a realizar todo. Aprendí a hacer todo de vuelta, incluso, a caerme”.
Expuso que lo invade un sentimiento de bronca porque nadie, ni el club Bahiense del Norte ni la Municipalidad, se preocupó por preguntarles a las víctimas si necesitaban algo.
Y remarcó su particular bronca hacia Leandro Ginóbili, presidente de la institución ubicada en Salta 28. Días después de la tragedia, el dirigente lo visitó cuando estaba internado en el Hospital Español. “Ese día tuve muchísimos dolores de miembro fantasma y las enfermeras me inyectaron morfina en cuatro ocasiones, lo que se denomina rescate que ayuda de urgencia a calmar cierto dolor. Y Ginóbili me dijo que él estaba con mucha presión, con muchos problemas psicológicos, que la pasaba muy mal, que no sabía cómo seguir adelante, yo prácticamente no podía hablarle porque estaba bastante sedado. Después fui tomando conciencia y empecé a pensar lo que me había dicho a mi que tenía una pierna menos. Desde ese momento estoy con mucha bronca y ese sentimiento no se me va”, manifestó.
Luego contó que la hermana de su esposa, quien perdió a su marido, le pidió ayuda económica al club y Ginóbili le dijo que la institución no tenía dinero y él se iba a ir a Monte Hermoso con sus hijas para despejarse: “Desde ese momento estuve peor y no lo puedo ni ver a Ginobili”.
Martín subrayó que todos los días cuando se levanta de la cama y se coloca su pierna ortopédica piensa durante algunos segundos lo vivido y admitió que lo peor son los dolores de miembro fantasma (la pierna que perdió) que sigue sufriendo.
“No le encuentro la solución con la médica, hay partes del muñón que las toco y me genera un dolor extremo en el pie que no tengo, siento una corriente eléctrica o como que me están quemando. Hay días que no me deja dormir, el dolor es insoportable, nunca experimenté un dolor tan fuerte. Muchas veces no hay forma de calmarlo”, explicó.
Por último, al ser consultado sobre la posibilidad de reclamarle como lo hizo otra de las víctimas, Ariel Ferro, un resarcimiento económico al Municipio, dijo que aún no hicieron ninguna demanda, pero sí afirmó que es un tema que ha dialogado con su abogado. “Vamos a ver cómo avanza el tema penal y en base a eso iniciaremos una demanda. En dos años todos los gastos me los cubrió la obra social y salieron de mi bolsillo, nadie se hizo cargo”, recalcó.