“Solo mantener el recuerdo del atentado, de sus víctimas y de los heridos durante 28 años nos lleva a correr el riesgo de transformarlo en una cuestión de carácter histórico”, sostuvo Raúl Woscoff a 28 años del atentado a la AMIA.
Esta mañana en diálogo con Radio Altos sostuvo que si bien es correcto cada 18 de julio, por ejemplo, realizar el tradicional acto frente al lugar del ataque por la necesidad del recuerdo, se corre el riesgo de transformarse en relatores del pasado y no en protagonistas del presidente.
Por eso pidió no despojar al atentado de su carácter presente porque aún hay cosas por hacer como condenar a los responsables de la muerte de 85 personas.
Opinó que en el proceso judicial en ausencia podría aparecer “lo primero y necesario que es la verdad”. “Esto llevaría a la sociedad, a los sobrevivientes y a los familiares de las víctimas la necesaria tranquilidad espiritual de poder enfrentarse a la verdad”, subrayó.
Woscoff consideró que quienes se oponen al juicio en ausencia presentan argumentos de carácter constitucional y penal que son insuficientes. “Hay cierta incomodidad en algunos sobre lo que podría revelarse en un juicio pleno”, consideró.
Por último, planteó que insistir con el recuerdo casi como una especie de ritual anual se aleja de esa vocación por el presente y por el reclamo para tener el juicio en ausencia. “Soy optimista porque hubo casos similares, por ejemplo en París y en Italia. No es imposible el juicio en ausencia, es un instrumento idóneo y no hacerlo es un agravio a las víctimas”, concluyó.