La arquitecta Rosana Vecchi también habló de la necesidad de generar "contratendencias" urbanísticas para que también se desarrolle el eje sur de la ciudad.
La arquitecta Rosana Vecchi marcó esta mañana en diálogo con Radio Altos a grandes rasgos hacia dónde direccionará su gestión al frente del área de Planeamiento y Urbanismo en el gobierno de Federico Susbielles.
Solucionar problemas estructurales, definir un proyecto de ciudad y posteriormente un nuevo código de planeamiento urbano y terminar con la dicotomía norte- sur, son algunas de las prioridades de la agenda de trabajo.
“Federico (Susbielles) se comprometió a que no dilatemos las cuestiones estructurales y los acuerdos estructurales para iniciar la gestión. En esta mesa ejecutiva la idea es ir compaginando ciertas prioridades, armar una agenda de prioridades para arrancar el 10 de diciembre. Bahía tiene muchísimos proyectos, diagnósticos, acuerdos y ahora hay que priorizarlos”, explicó sobre la mesa municipal que quedó conformada la semana pasada y que está integrada por colegios profesionales, cámaras y entidades empresariales, universidades y el Consejo Municipal de Hábitat.
Indicó que la problemática del agua fue uno de los temas que se presentó durante el encuentro del pasado jueves. Y en ese punto, adelantó que una de las obras a concretar es el ya anunciado en diversas ocasiones del embalse sobre Puente Canesa.
“Se reflota hacer un embalse; en realidad es una de las obras del plan de agua que tiempo atrás tenía proyectado Bahía Blanca. Es una de las obras de infraestructura que lleva décadas pendiente”, afirmó. Y agregó que la obra en Puente Canesa se pondrá en agenda y que el propio intendente electo “la quiere como prioridad”.
Las “dos ciudades”
“Desde siempre, desde que venimos hablando con Federico de la ciudad, está la preocupación sobre cómo generar contratendencia norte- sur”, remarcó.
En ese sentido, subrayó que Bahía Blanca no puede seguir expandiéndose indefinidamente. Dijo que la ciudad es difusa, que está contraindicada hasta por los cánones mundiales de cómo pensar a las ciudades del tercer milenio. “Debe ser compacta, necesita densificación, pero tiene que acordarse dónde se densifica”, manifestó.
“Tenemos que sentarnos en una mesa y plantearnos hacia dónde vamos a desarrollar la ciudad, no tenemos una constructibilidad que nos permita abordar indiscriminadamente todo el territorio. Por eso es importante esta mesa ejecutiva de acuerdos, nos tenemos que poder de acuerdo todos, el sector público y el privado”, expresó.
Explicó que el sector público es el que “pretende una ciudad para todos” en la que se empiece a tener una homogeneidad en la calidad de vida y que no haya una zona sur postergada y un norte que crece a espaldas del sur.
“La dinámica de cualquier ciudad que se desarrolla es con un acuerdo público- privado, donde el Estado cumple un rol fundamental que es direccionar la inversión. Si el Estado está presente, el direccionamiento tiene que ir a remediar aquellos lugares donde la calidad de vida no es la óptima. El mercado cuando el Estado es el que indica, acompaña”, aseguró.
Vecchi hizo hincapié en que se debe solucionar el problema de la contratendencia de un sur postergado y de un norte que crece solo y que tiene muy baja densidad.
“La conectividad es el primer instrumento de regeneración urbana. Si empezás a conectar los barrios postergados, si llevás equipamiento de calidad, el producido de esa acción del Estado comienza a generar en el sector privado una retroalimentación”, destacó.
Problemática del acceso a la tierra
“El problema no es que no haya tierras, sino que no hay gestión del suelo; lo que falta es tener gestión de política de suelo”, indicó.
Contó que uno de los primeros pedidos que le hizo Susbielles es que confeccione un master plan de los vacíos urbanos para saber qué pasa con toda esa tierra. “Hay tierra que depende de jurisdicción nacional, otra provincial, inclusive hay suelo municipal. Toda esa tierra disponible tiene que estar al servicio de la producción de la ciudad”, remarcó.
De todos modos, sostuvo que no se debe caer en el facilismo de solo lotear con servicios, sino que la prioridad es que aquellas personas que no tienen acceso a la vivienda y que viven en sectores marginados, se incorporen a la vida de la ciudad: “Tenemos que lograr que las personas que vivan en esos barrios no estén estigmatizados por el barrio en que viven; hay que tratar de generar en esos lugares la calidad de vida necesaria para que las personas que viven allí sean tan bahienses como las que viven en el norte. “Ese es el objetivo de la contratendencia del desarrollo urbano del que hablamos”, planteó.
Nuevo código de planeamiento urbano
Por último, Vecchi se refirió a la necesidad de generar normas claras y aclaró que para establecer un código de planeamiento urbano primero hay que definir un proyecto de ciudad.
“¿Cuál es el proyecto de ciudad que queremos, cómo generar las contratendencias para integrar la ciudad del sur y al norte. Si no tenemos eso acordado, el indicador urbanístico puede ser un enemigo de ese plan”, expuso y confirmó que Susbielles pidió tener en un plazo no mayor a seis meses acordado ese proyecto de ciudad.
“El Estado direcciona hacia dónde quiere que corra la ciudad, si no lo hace el mercado y el mercado no puede direccionar el desarrollo. Para nosotros es el Estado el que garantiza la calidad de vida para todos y el que debe promover estas cuestiones de desarrollo. A partir de allí hay que avanzar en los instrumentos para que jurídicamente tenga viabilidad. Primero cerremos un acuerdo de qué ciudad queremos, luego habrá un nuevo código de planeamiento con esos indicadores”, concluyó.