Es una de las conclusiones de la encuesta realizada por el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales del Sur.
El Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales del Sur (IIESS, CONICET-UNS) publicó un nuevo informe elaborado a partir de los datos de la encuesta del proyecto titulado “Inclusión social sostenible y políticas públicas en perspectiva regional”.
En este estudio que estuvo a cargo del becario del CONICET Mauro Reyes Pontet se presenta un análisis estadístico y geográfico descriptivo de la vulnerabilidad ambiental en Bahía Blanca. A partir del enfoque de riesgo adaptación ambiental urbana se determina la vulnerabilidad ambiental de los hogares encuestados y su geolocalización.
Una de las conclusiones del trabajo respecto al nivel de riesgo ambiental es que las zonas periféricas de la ciudad son las más afectadas. Por un lado, por la falta de acceso a servicios básicos como agua potable, conexión a red cloacal, acceso a energías limpias para cocción y calefacción, y por otro, por problemáticas ambientales como calles inundables, cercanía a espacios de acumulación de residuos y espacios donde se producen quemas recurrentes.
Y otra de las conclusiones al evaluar las posibilidades de adaptación de los hogares al riesgo que enfrentan, es que los hogares de barrios de la zona sur y la periferia del este y oeste, son los de mayores niveles de vulnerabilidad ambiental. Esta situación se relaciona directamente con sectores donde se emplazan los asentamientos informales.
“Cuando hablamos de ambiente urbano incluimos cuestiones que afectan y complican el día a día de las personas como las bajas temperaturas, las tormentas, las inundaciones de calles”, explicó Reyes esta mañana en diálogo con Radio Altos.
Esas cuestiones van en detrimento de las familias que viven en esos sectores, por ejemplo, en cuanto al acceso a la salud con la imposibilidad de ingreso (por el mal estado de las calles) de ambulancias o en el caso de niños y niñas las complicaciones para poder asistir a la escuela, luego de jornadas de precipitaciones.
“En los sectores periféricos cuando bajan las temperaturas o se registran lluvias, las estrategias para salir de los hogares son más débiles y empiezan esas problemáticas de no poder salir por el estado de las calles”, aseveró.
El informe elaborado por Reyes concluye que hogares con mejor dotación de recursos y mayores ingresos se ubican en los sectores norte y oeste de la ciudad donde la lógica del mercado de tierras ha determinado valores más onerosos para los terrenos, principalmente en base a características ambientales y naturales (terrenos firmes, de mayor altitud, menor riesgo de inundación, etc.). Mientras que las familias en peor condición socioeconómica se asientan en las regiones sur y este, lindantes a la zona marítima y a las rutas nacionales que rodean al ejido urbano.
Asimismo, se desprende del estudio que aquellas zonas afectadas de manera directa por las problemáticas ambientales urbanas son las que poseen mayores cualidades de vulnerabilidad social. De esta manera, cuestiones ambientales juegan un rol importante en la determinación de problemáticas actuales, como también en la reproducción de la vulnerabilidad hacia generaciones futuras, según se desprende del informe.