Francia derrotó 27-13 a Nueva Zelanda en el Stade de France en el partido inaugural del Mundial de Rugby válido por el Grupo A.
La anfitriona se repuso al poderío neozelandés en más de una oportunidad para llevarse un triunfo consolidado en la segunda parte y tuvo un debut inmejorable para aspirar a su primera corona en la décima edición del máximo certamen.
Los All Blacks salieron decididos a llevarse la historia desde un inicio con una combinación de pases que quebró a la defensa rival con una corrida a campo ajeno de Rieko Ioane. La continuidad de la jugada concluyó con un magistral cambio de frente de Beauden Barrett para la aparición de Mark Telea, quien tuvo algunas dudas en el control de la ovalada, pero se repuso, tomó contacto y la apoyó en el ingoal. Instantes después, Richie Mo’unga falló la conversión desde una incómoda posición. La respuesta llegó a los 5′ y a los 19′ para remontar el trámite gracias a la contundencia de Thomas Ramos en dos penales.
Esa distancia superior a la docena de minutos transcurrió en poder de Les Bleus, quienes no lograban mostrar su superioridad con serios inconvenientes para lastimar en el último cuarto de la cancha. Su primera vez por encima en el marcador (6-5) ante el tricampeón mundial se cortó a los 25′ de la etapa inicial, ya que los entrenados por Ian Foster se adelantaron en el campo y su rival concedió un penal para que Mo’unga se tome revancha del primer intento. Luego de 180 segundos, Ramos volvió a pasar al frente con su equipo a través de la misma vía, aunque demostró que no es infalible con una mala ejecución a los 33′ que hubiese ampliado la distancia a cuatro puntos.
Luego de un período de descanso, los equipos regresaron al césped con una fórmula muy similar al comienzo. Un lineout capitalizado por Scott Barrett incluyó un envío a la carrera de Will Jordan. La intervención del Niño Maravilla provocó una sucesión de dos toques para largar la pelota contra el costado izquierdo. Allí, Telea repitió la receta del primer acto para imponerse en velocidad y marcar su segundo try del partido a los 42′ del tiempo general. El lunar de esa acción fue Richie Mo’unga por su fallo en la conversión.
En un duelo cambiante, las obligaciones regresaron al dueño de casa, que estuvo a un paso de invertir la balanza con la aparición de Damian Penaud, pero la revisión del Television Match Official (TMO) le dio continuidad al juego después de un corte salvador de Mo’unga. El back tuvo su desquite a los 54′ a través de un try y Thomas Ramos fue el encargado de cerrar la sumatoria de siete puntos con su conversión por primera vez en el duelo. Minutos después, el fullback amplió su efectividad con la ovalada detenida con dos pegadas excepcionales para sacar nueve unidades de diferencia. Ya sobre el final, Melvyn Jaminet sentenció la celebración con el público en las tribunas.
Francia se enfrentará el próximo jueves desde las 16 a Uruguay en el Stade Pierre-Mauroy de la ciudad de Lille, mientras que Nueva Zelanda hará lo propio ante Namibia, el viernes 15 a partir de la misma hora en el Stadium de Toulouse. Italia quedará libre.
Del otro lado estaban los famosos All Blacks.Siempre temibles, pero algo reducidos en los dos últimos años perdiendo ante la misma Francia y en casa frente a Irlanda (que además les robó el número 1 del ranking) y Argentina, un hito histórico para Los Pumas, en noviembre del año pasado. Pese a estos traspiés, los jugadores hicieron foco alrededor del cuestionado seleccionador Ian Foster y 2023 había significado una recuperación, con once partidos consecutivos sin perder y un nuevo título del Rugby Championship que hubiera dado de nuevo a Nueva Zelanda estatuto de grandes favoritos de no ser por la derrota contra Sudáfrica por 35-7 en el último partido de preparación mundialista, a finales de agosto en Londres.
A las ya conocidas bajas de Brodie Retallick y Shannon Frizell se sumaron en las últimas horas las de Jordie Barrett y el wing Emoni Naraewa, que se perderá el torneo por problemas en la espalda.