Miles de personas están sin electricidad mientras los equipos de rescate esperan a que el clima les permita salir a la calle para atender las emergencias en la región.
La Patrulla de Caminos del estado (FHP) informó que dos personas murieron en accidentes de ruta separados, consecuencia de las fuertes lluvias y las condiciones climáticas adversas de las últimas horas.
El primero de ellos fue un hombre de 40 años que falleció el miércoles por la mañana -cerca de las 6:15 horas- en Pasco. El conductor viajaba en una Ford Ranger hacia el este, por Saint Joe Road, en “condiciones meteorológicas desfavorables” y “demasiado rápido” para el contexto. Según pudieron definir las autoridades, perdió el control, se salió de la calzada y chocó contra un árbol, sufriendo “heridas mortales”.
El segundo difunto fue un hombre de 59 años, de Gainesville, que conducía un Toyota Tacoma y viajaba hacia el oeste de Alachua por la vía estatal 20 de Florida, también en “condiciones extremadamente lluviosas”. Su vehículo se salió de su carril, cayó en una zanja en el lado norte de la ruta y se estrelló contra una línea de árboles cercana.
Si bien estas son las primeras dos muertes reportadas desde el inicio del huracán Idalia, el gobernador Ron DeSantis sostuvo que aún es muy pronto para considerarlos víctimas mortales de la tormenta y, por el contrario, todavía se trata de accidentes de tránsito relacionados con el clima.
“Hay un proceso para las muertes confirmadas. Pasa por las fuerzas del orden y los médicos forenses. Todavía no se ha confirmado; sé que hay informes no confirmados”, explicó al respecto a la espera de los resultados finales.
Unos 5.500 miembros de la Guardia Nacional se movilizaron para asistir a los damnificados tras el paso del huracán. Entre ellos se encuentran rescatistas, brigadas de búsqueda, equipos que desbloquean rutas y retiran escombros, y hasta aviadores que apoyan los trabajos de emergencia.
A ellos se suman la Guardia Costera, otros oficiales y equipos de estados como Tennessee y Kentucky, mientras que Maryland y Colorado también ofrecieron sus medios aéreos como refuerzo, indicó el asistente general de Florida, el general John D. Haas. También colaboran organizaciones independientes, la Cruz Roja estadounidense y la Organización Federal de Manejo de Emergencias (FEMA), que ya envió más de 1.3 millones de raciones de comida y 1.6 millones de litros de agua -entre otros productos básicos y suministros críticos- a los estados afectados.
Por su parte, la administradora de la FEMA, Deanne Criswell, dijo que aún es muy pronto para realizar una evaluación total de los daños y que “tomará varios días obtener una comprensión completa”. “Tomará más tiempo obtener la imagen completa de la magnitud del impacto total a estas comunidades”, agregó.
El gobernador de Florida, Ron deSantis, y la alcaldesa de Jacksonville, Donna Deegan, han declarado el estado de emergencia en la ciudad más importante del noreste del estado. Mientras se espera el impacto —que, si bien no será directo, llegará hasta allí con su borde inferior— de Idalia, el Servicio Meteorológico Nacional emitió una advertencia de tormenta tropical por considerar que en Jacksonville hay condiciones “favorables para los tornados” y también declaró el alerta de tornados hasta al menos las 3 de la tarde (hora del este de Estados Unidos). Se espera que las lluvias oscilen entre 1 y 4 pulgadas (25 a 100 milímetros) y traigan una posible marejada ciclónica de hasta 3 pies (1 metro). Se prevén inundaciones a lo largo del río St. Johns y la costa atlántica.
La alcaldesa anunció que ya siete refugios están abiertos para recibir a la población en general, algunos de ellos también preparados para personas con necesidades especiales y gente con mascotas. Todas las escuelas públicas del condado de Duval y varios juzgados permanecerán cerrados hasta el jueves 31 de agosto inclusive. La Autoridad de Transporte de Jacksonville suspendió todos los servicios de transporte, incluido el ferry del río St. Johns. Hasta el momento no hay puentes cerrados pero se vigilan las condiciones del viento por si es necesario hacerlo.
El Centro Nacional de Huracanes informó que, tras su paso por Florida, Idalia se debilitó y tiene, ahora, una fuerza de categoría 1. De todas formas, con fuertes vientos de 140 km/h, avanza hacia los estados de Georgia y las Carolinas, donde ya se registran fuertes lluvias. De momento, se ubica a poco más de 60 km al noreste de Valdosta, en Georgia.
En tanto, los residentes en Florida alcanzados por la tormenta permanecen con cortes de luz y grandes inundaciones. La administradora de FEMA, Deanne Criswell, está de camino a las zonas afectadas, para sumarse a los esfuerzos del gobernador Ron DeSantis. Por su parte, el mandatario local informó que los trabajos de restauración de la energía comenzaron “tan pronto como fue seguro hacerlo” y aseguró que se está realizando todo lo posible por asistir a los afectados.
Fuente: Infobae