Talleres no le dio ni respiros ni espacios a River. Marcó mejor en el fondo, y se desplegó en el campo de tal manera que el equipo campeón no pudo darle precisión al balón. Siempre había dos y hasta tres jugadores de Talleres para marcar, recuperar y salir rápido en ataque.
Hubo una marca muy efectiva contra De la Cruz que no fue el “motor” de un River que terminó confundido y tirando centros.
El único gol del partido lo marcó Garro casi sobre el final del primer tiempo. De tal manera los cordobeses clasificaron a los octavos de final de la Copa y River quedó eliminado.