Había renunciado a su cargo hace pocas semanas agobiado por las denuncias en su contra ante supuestas irregularidades en el manejo de la Obra Social del Poder Judicial de la Nación
El ex director de la OSPJN Aldo Tonón, quien renunció a su cargo hace pocas semanas agobiado por las denuncias en su contra por presuntas irregularidades en el manejo de las prestaciones de la Obra Social del Poder Judicial de la Nación (OSPJN), se ausentó por tercera vez consecutiva a la comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados y la presidencia del cuerpo ratificó que se requerirá a la Justicia que se lo haga comparecer con la fuerza pública en una próxima audiencia.
El funcionario judicial cercano al juez supremo Juan Carlos Maqueda, envió una nota en la que justificó su reticencia a declarar alegando que sus intervenciones en el marco de la comisión podrían incriminarlo en la causa penal por el que está siendo investigado en el juzgado del doctor Ariel Lijo.
Tal como se había acordado en la audiencia de la semana pasada, la presidenta del cuerpo, Carolina Gaillard, confirmó que se “se le comunicará al juez la no comparecencia de Tonón y se le pedirá que asista a la comisión con la fuerza pública para la próxima reunión” de la comisión que investiga el presunto mal desempeño a los jueces de la Corte Suprema.
Tonón había presentado la renuncia al cargo desentendiéndose de sus responsabilidades como director de la obra social, al explicar que nunca tuvo capacidad de ejecución de los fondos, en un tiro por elevación a los otros tres magistrados que, cada uno en su momento, presidieron el máximo tribunal (en cuyas manos recae el funcionamiento y supervisión de la prestado médica).
En paralelo a esta nueva entrega del juicio político, el ex administrador general de la Corte Héctor Marchi, cuyo testimonio fue clave la semana pasada en la comisión, prestaba declaración ante el juzgado de Lijo por una causa penal abierta por ese motivo.
Es por esta razón que el contador cercano a Ricardo Lorenzetti, recientemente desplazado de su cargo por el voto de los otros tres jueces (según dijo fue una “sanción encubierta” por un informe crítico que él había entregado en el que destapaba una serie de desaguisados en la obra social, cuyo responsabilidad adjudicó a Juan Carlos Maqueda), no se presentó -con previo aviso- a declarar este miércoles como estaba agendado, y volverá a ser convocado como testigo para el martes de la semana próxima.
El vicepresidente de la comisión de Juicio Político, Juan Manuel López (Coalición Cívica), se quejó por la incomparecencia de Marchi e insinuó que el ex administrador general gozó de la complicidad del Frente de Todos para poder ausentarse. “(Marchi) tiene la suerte de que un juez federal (Lijo) le toma declaración a medida el día que tenía que asistir a la comisión de juicio político”, sostuvo el opositor.
Según afirmó, Marchi “vino a decir acá algunas cosas que por lo menos son falso testimonio cuando no incriminación de su jefe político (Lorenzetti) y ahora tiene la suerte de que el doctor Lijo, gran amigo del Frente de Todos, le toma declaración a medida”, insistió.
“Yo sé que este Juicio Político se está muriendo, pero antes de que se muera preferiría tratar de tomarle testimonial a Marchi”, ironizó el diputado de Juntos por el Cambio, en una velada crítica al oficialismo que conduce la comisión.
Tailhade rechazó las acusaciones del titular de la bancada cívica: “No sé de dónde saca el diputado López que (Lijo) es amigo del FdT, un juez que está casado con la presidenta del Consejo de la Magistratura de la Ciudad puesta por Horacio Rodríguez Larreta”.
En la primera parte de su exposición de la semana pasada, Marchi había denunciado amenazas y aprietes contra él y parte de su equipo de trabajo, y apuntó en este sentido contra el presidente de la Corte, Horacio Rosatti, y contra su vocero, Silvio Robles.
También arremetió contra el juez Maqueda como el responsable de la obra social, y habló de un “directorio unipersonal” integrado por Tonón.
En el informe que le envió a la Corte, Marchi había consignado que hubo pérdidas por 3.000 millones de pesos en un lapso de entre seis y ocho meses meses por no invertir el dinero remanente de la OSPJN en plazos fijos.
El remanente era abultado porque con la presidencia de Lorenzetti en la Corte se aplicó una política de sueldos altos y eso redundó en nutridos aportes a la obra social.
El contador informó a su vez que durante la gestión de Tonón no se implementó un sistema informatizado de gestión, y entre otros aspectos no estuvieron digitalizadas las autorizaciones médicas, lo cual llevó a demoras e incumplimientos con afiliados.
También planteó que la compra de medicamentos y prótesis se hacía por contratación directa y no por vía de un proceso de licitación transparente, al tiempo que “no había controles de ingresos ni de pagos”, no había balances contables ni control de stock de medicamentos.
En tanto, Marchi denunció que se les pagaban aranceles muy bajos a los prestadores, lo cual había derivado en una disminución de los servicios de prestadores para los afiliados.
Y advirtió sobre vacancias en cargos clave como el de subdirector administrativo, subdirector médico y otras áreas importantes para el funcionamiento de una obra social.
Además de Tonón, tampoco asistieron pese a haber sido citados como testigos el secretario letrado de la Corte, Sebastián Clerici, y el contador Nicolás Serafini, que firmaba los balances de la obra social.
Fuente: NA