Lo aseveró la licenciada en Economía Lucía Díaz quien participó del trabajo sobre pobreza multidimensional que realizó el IIESS- Conicet.
En los últimos días se hizo viral el spot de campaña de Enrique Lazarte, candidato a intendente de Tafí Viejo, Tucumán, en el que promete trabajar “para que todos tengamos la posibilidad de ir a cagar en un baño decente”.
En el video afirma que su primera medida como jefe comunal será poner en marcha el Programa Baños Dignos para construir los 1.000 sanitarios que faltan en viviendas en la localidad tucumana.
Esta mañana en Radio Altos Lucía Díaz, licenciada en Economía e integrante del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales del Sur, se refirió a la situación de Bahía Blanca. La profesional participó del trabajo denominado “Inclusión social sostenible: Innovaciones y políticas públicas en perspectiva regional”, que dio a conocer el año pasado el IIESS y que incluyó a 1.421 hogares y a 4.200 personas.
“La última encuesta que hicimos en 2021 arrojó datos de que hay un déficit de saneamiento que tiene que ver con los hogares que no tienen baño o hacen descarga a través de un pozo ciego. Un 16% de toda la población de Bahía no tiene inodoro o forma de desagote con cloaca”, especificó.
Agregó que esas cifras crecen, si se analiza que el 31% de barrios vulnerables o populares no tiene desagüe. Y aumenta a 80% de acuerdo a los datos del RENABAP (Registro Nacional de Barrios Populares).
Remarcó que las condiciones en las que vive la mayoría de las familias que habitan barrios populares es muy precaria y que si bien no se cuenta con un dato preciso de cuántos hogares no tienen inodoros, sí dijo que se puede afirmar que “es alarmante la situación de saneamiento en la que viven”.
Según planteó, los programas vigentes como el del gobierno nacional denominado Mi Baño que otorga créditos a mujeres para construir sanitarios en sus viviendas son importantes, aunque se trata de paliativos: “Se corre detrás de la problemática”.
“Parece que hay dos Bahía Blanca, una al norte y otra al sur. Las realidades son totalmente distintas. Por más que haya programas, que por suerte los hay, no alcanza”, remarcó, por último.