Se multiplican las quejas porque las calles están intransitables. “No podemos creer cómo estamos viviendo”, expresó Lucio Vidal.
Discriminados y abandonados, así se sienten las y los vecinos de Stella Maris porque pese a los reiterados reclamos por el mal estado de las calles, las soluciones no llegan y cada día que pasa se hace más imposible transitar por el barrio.
“Estamos olvidados por esta intendencia”, aseveró. Si bien dijo que tiene muy buena comunicación con el intendente Héctor Gay, reconoció que “las cosas en el barrio no andan como queremos” y que los tiempos del Ejecutivo no son los mismos que los de las y los vecinos.
Sobre el “estado desastroso” en el que se encuentran las calles del barrio, explicó que todo comenzó en agosto del año pasado cuando personal municipal quitó tierra y piedras de pronunciadas bajadas que se habían formado en distintas intersección de calle Necochea. “Se sacó el material y se acopió en una calle del barrio, después no vinieron más. Ahora las calles están intransitables. Cuando llueve pasa toda el agua por calles como Godoy Cruz y Cramer y termina en la plaza Don Bosco”, describió y señaló que el mismo problema, que no dudó en tildar como un desastre, se presenta en el barrio 9 de noviembre.
Contó que ayer el intendente Héctor Gay vía Whatsapp se comprometió a citar a una reunión para la jornada de hoy al delegado del sector Marcos Serafín para que le informe por qué no se avanza con trabajos de mejoras en las calles.
Vidal adelantó, además, que mañana habrá una asamblea en la sociedad de fomento de Stella Maris: “Se decidirá de qué forma actuar. Estamos cansados de todo esto, nos sentimos muy discriminados”.
Durante la entrevista en Radio Altos pidió a las y los funcionarios empatía y admitió que en los más de 30 años que desarrolla tareas como fomentista nunca el barrio pasó por una situación tan compleja como la actual: “No podemos creer cómo estamos viviendo”.
Por último, aclaró que nunca pudo comunicarse con el coordinador de las delegaciones Fabián Tuya.