Causa Bahiense: “Si se intentó desde el club torcer o frustrar la investigación sería gravísimo”

Ayer sorprendió en el marco de la investigación judicial por la tragedia de Bahiense del Norte el secuestro del celular de uno de los imputados, Leandro Ginóbili.

En realidad la medida solicitada por el fiscal Cristian Aguilar y dispuesta por el Juzgado de Garantías N°1 es consecuencia de lo ocurrido el pasado viernes cuando fueron convocados a declarar en de manera conjunta integrantes de la comisión directiva del club, entre ellas, el propio Ginóbili.

“Habría surgido de un teléfono algún tipo de interferencia de las autoridades del club para con gente que tenía que llevar adelante algún tipo de informe”, manifestó esta mañana en diálogo con Radio Altos Sebastián Mazza, esposo de Juliana, una de las víctimas fatales.

“Si esto fuera verificado, realmente sería muy doloroso como víctima porque te da la pauta de que habrían intentado introducir para defenderse que fue una cuestión climática, pero no es así, porque si fue una cuestión climática para qué todo esto que ahora se empezaría a investigar”, planteó.

Según indicó, esas “interferencias” habría sido sobre la primera pericia técnica que daba cuenta de las deficientes condiciones en las que se encontraba el paredón que se derrumbó y que provocó la muerte de 13 personas y que dejó a heridos de gravedad.

Recordó que días después del trágico temporal del 16 de diciembre, se realizó una pericia, que definió de contundente respecto de las falencias que presentaba la edificación, y luego, meses después apareció “una pericia bajo las mismas características, pero un poquito más suave, diluida”.

“Si esto se comprobara sería realmente gravísimo porque el delito que se investiga es grave por la magnitud del desastre, por los 13 muertos, por los 18 heridos graves y por todos los que andamos por ahí con heridas emocionales que por ahí no se ven pero sentimos y nos condicionan en nuestra vida diaria y que nos van a condicionar durante muchísimo tiempo lamentablemente”, remarcó. 

Destacó el trabajo del fiscal Aguilar y la decisión de convocar a los integrantes de la comisión directiva para que declaren de manera conjunta. “Fue una medida acertada que no pudieron hablar entre ellos, y más que acertado el tema tecnológico de los teléfonos, donde habría surgido lo que ahora se está investigando. Esto podría haber sido tapado, o hubiese quedado ahí, tratando de desviar la atención sobre la realidad de lo que ocurrió”, insistió. 

Entendió que en caso de poder configurarse y tipificarse algún tipo de delito detrás de la presunta maniobra de autoridades del club, se abrirá una investigación paralela porque serían delitos posteriores al hecho (al derrumbe).

“Esto muestra otra porción de la realidad que estaba oculta o que habría estado oculta y que explicaría muchas otras cosas. Creo que la dinámica que ya tenía la causa no se va a frenar por esto porque desde lo técnico estos son hechos posteriores, que ingresan en otros eventuales tipos penales, que se discutirán, que se analizarán”, precisó.

Y agregó: “Son cosas que estaban ocultas, que explican el porqué de cosas raras que vienen pasando o que pasaron en algún momento y que hicieron que esto avanzara poco en un principio”.