La Cámpora busca sostener la presidencia de Máximo Kirchner, mientras los intendentes y el kicillofismo empujan un nuevo perfil de conducción.
Tras la derrota electoral del 26 de octubre y en medio de un peronismo bonaerense en tensión permanente, la discusión por la conducción del Partido Justicialista (PJ) provincial ya entró en escena. Aunque el mandato del diputado Máximo Kirchner vence el 18 de diciembre de 2025, la renovación se postergó para febrero de 2026, al cumplirse 80 años del primer triunfo del justicialismo.
El propio Kirchner anticipó que está planea jugar nuevamente. “Estoy dispuesto a competir”, dijo días atrás, y confirmó que ya habla con intendentes para ordenar el calendario interno. “El año pasado también llamé a internas y nadie quiso presentarse. Ahora me parece un buen momento para hacerlo”, planteó en declaraciones a Radio Con Vos el dirigente, quien asumió la conducción del partido en 2021. Aun así, su continuidad enfrenta resistencias abiertas.
El Movimiento Derecho al Futuro (MDF) que lidera el gobernador Axel Kicillof presionó para mover la interna al año próximo. El motivo es concreto: destinar toda la energía, primero, a lograr que se sancione el Presupuesto 2026, el endeudamiento y la Ley Impositiva que se discuten en la Legislatura.
La idea es intentar un acuerdo amplio para llegar con lista de unidad en marzo. Si eso se cae, quedará habilitada una interna que, puertas adentro, nadie descarta.
Los nombres que suenan para presidir el partido
Empezó a ganar terreno dentro del peronismo la idea de que, ante la falta de acuerdos sólidos y el desgaste de las listas de consenso, la única manera real de ordenar la disputa es poner las urnas sobre la mesa. Dirigentes de todos los espacios admiten que la unidad por obligación ya no funciona y que la legitimidad de la próxima conducción solo llegará a través de una interna abierta y competitiva.
Incluso intendentes como Ariel Sujarchuk remarcaron que el proceso de renovación requiere un debate honesto y la definición concreta de liderazgos, algo que, aseguran, no puede seguir postergándose. “Si la definición de la conducción se da en el marco de internas, hagamos internas; si la definición de la conducción se da en el marco de los acuerdos, acordemos. Pero, en un momento, hay que dar por resuelta la discusión, por interna o por acuerdo, y generar un proceso para una alternativa clara frente a los que gobiernan la Argentina”, dijo el jefe comunal de Escobar en un comunicado.
Kirchner ya dejó claro que no piensa correrse y que está dispuesto a competir. Desde su entorno insisten en que es el dirigente que mejor sintetiza al kirchnerismo bonaerense.
Sin embargo, el desgaste acumulado, la falta de actividad interna del PJ este año y los roces con intendentes que reclaman más participación complican la continuidad de su liderazgo.
La vicegobernadora y dirigente de La Matanza, Verónica Magario, aparece como una opción fuerte para los intendentes del conurbano. Combina trayectoria territorial, experiencia, vínculos sólidos con jefes comunales y buena relación tanto con Kicillof como con el cristinismo.
Para los intendentes que la impulsan, es la figura capaz de equilibrar poder y evitar una conducción exclusivamente camporista. No obstante, ella aún no formalizó su candidatura.
Otra figura que empezó a mencionarse en las conversaciones reservadas es la de Andrés “Cuervo” Larroque, ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, ex secretario general de La Cámpora y actual titular de La Patria es el Otro. Su nombre aparece como una alternativa capaz de tender puentes entre la militancia kirchnerista y el armado territorial que hoy expresa el kicillofismo.
Cuando se le consultó sobre una posible candidatura, Larroque evitó integrarse de lleno a la disputa pero dejó la puerta abierta: “Soy un militante del peronismo y voy a trabajar desde el lugar que me toque. Hoy soy consejero, el día de mañana los y las compañeras dirán cuál es mi lugar”, afirmó.
En diálogo con La Red, semanas atrás, reforzó su visión sobre el rol que debería tener el partido en esta etapa. Sostuvo: “Necesitamos un PJ bonaerense dinámico, comprometido con el gobierno de la Provincia y con la defensa de los 17 millones de bonaerenses frente a los ataques del gobierno nacional”.
Quienes lo impulsan destacan que combina gestión, presencia en los barrios y militancia. Su eventual postulación, señalan en los despachos bonaerenses, dependerá de si finalmente se llega a una interna abierta o si prevalece un acuerdo de síntesis entre sectores.
El intendente de Lomas de Zamora, Federico Otermin, es promovido por algunos miembros del núcleo político de Kicillof y por varios de los intendentes jóvenes del GBA. Lo destacan como dirigente “neutro”, con buen diálogo en todos los sectores y sin desgaste interno. Así, su figura aparece como una vía para renovar la identidad del PJ sin romper con La Cámpora, pero con un rol más activo de las nuevas generaciones y de los intendentes.
La intendenta de Moreno, Mariel Fernández, ya expresó públicamente su ambición de competir para presidir el partido: “Si hay internas, quiero participar”, dijo en el streaming bonaerense Uno, Tres, Cinco.
Representa al Movimiento Evita, posee fuerte anclaje en los barrios populares y en el último tiempo manifestó cierta distancia de la conducción camporista.
Su figura suma volumen entre quienes buscan una renovación del PJ desde abajo.
El intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, que en su momento llevó a la Justicia la designación de Máximo Kirchner en el PJ, nunca dejó de mostrarse como opción. Para Gray, el partido necesita recuperar institucionalidad y democratización.
Tiene eco en intendentes molestos por la falta de vida interna del PJ y por las escasas reuniones del Consejo partidario durante el último año.
En simultáneo, comenzó a tomar forma una idea de un “frente de intendentes” que impulse una conducción colegiada o un perfil renovado, menos dependiente de La Cámpora y más ligado al territorio.
Fuente: Ámbito