El periodista Darío Pignotti dijo que habrá que ver cuánto cede cada presidente porque “las negociaciones recién empiezan”.
El fin de semana los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de Estados Unidos, Donald Trump, mantuvieron una reunión en Malasia, donde se desarrolla la cumbre de líderes de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático.
“Fueron semanas de negociaciones muy sigilosas, muy discretas, en las cuales la diplomacia brasileña buscaba que Lula no fuera víctima del destrato, de las humillaciones a las que Trump sometió al presidente argentino Javier Milei hace un mes en Nueva York y un par de semanas atrás en Washington, en la Casa Blanca. Buscaban que hubiera una reunión de igual a igual”, señaló esta mañana en diálogo con Radio Altos desde Brasilia el periodista argentino Darío Pignotti.
Además, dijo que en esas negociaciones los diplomáticos brasileños querían evitar que Lula “fuera a jugar de visitante”.
Los mandatarios estuvieron reunidos durante más de una hora en Kuala Lumpur y de acuerdo a las declaraciones de ambos, fue una reunión fructífera.
Lula afirmó durante una conferencia de prensa que fue un encuentro en el que se trataron de igual a igual e insistió en que Brasil no quiere ser “lamebotas” de ningún gobierno. Trump, por su parte, declaró que se encontró con un presidente de un país muy importante, al cual respeta mucho.
“Lula fue tratado de igual a igual e incluso impuso algunas condiciones para seguir con estas negociaciones, después de muchos meses, no solamente de falta de relación porque no se hablaban Lula y Trump, sino que además se atacaban recíprocamente”, aseveró.
Sobre qué reclama Brasil a EE.UU, señaló que en primer lugar que sean suspendidos los aranceles impuestos por Trump en represalia a lo que entiende fue un juicio injusto contra “su amigo Jair Bolsonaro”.
Y, en segundo lugar, que Trump deje de presionar en la política interna en favor de que Bolsonaro sea puesto en libertad. Recordamos que fue condenado a 27 años de prisión por el intento de golpe de Estado en 2023.
“A pesar de que el encuentro haya sido florido en los gestos y en las simpatías que se declararon Lula y Trump habrá que ver cuánto cederá Lula y cuánto cederá Trump, porque las negociaciones sobre lo concreto recién empiezan”, finalizó.