Lo aseveró Maristella Svampa, quien aclaró que aún el plan libertario es un experimento que no está consolidado.
La Licenciada en Filosofía y Doctora en Sociología, Maristella Svampa, presentó su libro “Policrisis. Cómo enfrentar el vaciamiento de las izquierdas y la expansión de las derechas autoritarias” y esta mañana en diálogo con Radio Altos profundizó en algunos de los temas que trata.
“Busco analizar la policrisis, el pasaje a una crisis multidimensional que no es una sumatoria de crisis, sino un nuevo contexto generado por la aceleración de la crisis climática, crisis energética, incremento de desigualdades, crisis de los cuidados, avance descontrolado de la inteligencia artificial, expansión de las extremas derechas y erosión de los valores democráticos, entre otros; estas crisis pueden escalar y colocarnos en un escenario de mucha incertidumbre, donde el colapso sea más generalizado”, resumió sobre su trabajo de investigación.
Aclaró que cuando habla de colapso no incluye solo a la cuestión ambiental, sino también a la política. “La amenaza sobre la democracia es más real y concreta que nunca porque hasta el presente hemos estado de alguna manera gobernados por una suerte de narrativa tecnocrática, capitalista, hegemónica, muy basada en el doble discurso. Hoy estamos gobernados, como alternativa global, por las extremas derechas que son abiertamente destructivas en términos de avance y supresión de derechos, de bienes comunes, de territorios, de poblaciones”, alertó.
En su libro analiza esa estrategia de construcción política de las extremas derechas que se basan en la instalación de una polarización asimétrica o desigual, donde se descalifica al otro y se lo coloca en un nuevo contexto de insultos y diatribas constantes.
Planteó como tema importante a tener en cuenta, la manipulación política de las emociones que hacen las extremas derechas utilizando también a las nuevas tecnologías.
En el caso particular del presidente Javier Milei sostuvo que su discurso violento puede estar naturalizado, pero no significa que sea aceptado por la ciudadanía. Opinó que parte de la población argentina todavía acepta los resultados económicos del plan de Milei, porque ha dado cierta estabilidad, más allá de que el modelo libertario es financiero, reprimarizador y destruye lo que queda de la economía nacional.
“Milei lo que hace es impulsar las emociones extremas más negativas, el distanciamiento en relación al otro, la indiferencia, el desprecio, la descalificación. Pero creo que estamos en un límite y que el plan de Milei es un experimento que no se ha consolidado como modelo, aunque sí hay un intento por cambiar este régimen afectivo de tal modo que todos nos insertemos en esta suerte de dinámica de descalificación, destrucción del otro, y que movilicemos las emociones más extremas: la ira, la furia y la crueldad”, subrayó.
Esta estrategia, aclaró, en general la utilizan la mayoría de las extremas derechas, y mencionó como ejemplo a la presidencia de Donald Trump en Estado Unidos.
En su libro, recalcó, busca mostrar cómo se pasa de una economía afectiva a otra con el peligro que eso entraña para la democracia.
“Estos son regímenes que desde arriba implican, en el caso de Milei, una desregulación, una destrucción del Estado, una supresión de derechos que se vuelve insoportable para una gran cantidad de personas, y desde abajo una construcción de un nuevo sentido común que pretende ser hegemónico basado en las emociones y en los sentimientos que seguramente ninguno hubiese tolerado hace dos años”, manifestó.
Enfatizó que más allá de la inestabilidad psíquica de Milei detrás hay una estrategia de construcción política y ejemplificó con la actitud adoptada por el ministro de Economía Luis Caputo que ha incorporado el lenguaje de la indiferencia, la crueldad, la destrucción y el desprecio hacia el otro.
Svampa hizo hincapié en la necesidad de rescatar las experiencias que se oponen a este nuevo régimen sociopolítico afectivo, que buscan, destacó, instalar la idea de que el individuo no se salva solo, sino que la sociedad es producto de la solidaridad, la interdependencia y la cooperación.
“Todavía esto es un experimento, no es un modelo consolidado. Hay que ver qué pasa en las próximas elecciones, ver hasta dónde no solo la sociedad, sino también el Congreso le pone límites”, expresó.
Consideró que en Argentina hay una fuerte fragmentación del campo social que se ve afectado por las políticas que viene implementado la gestión libertaria desde diciembre de 2023.
“No veo que este modelo pueda llegar a encaminarse, sino a costa de una destrucción generalizada, no sólo del Estado, sino también del tejido social. Éste es un proyecto de muerte que en definitiva busca suprimir de manera acelerada derechos, bienes, territorios, y ni siquiera promete, como el neoliberalismo conservador que hemos conocido, una estrategia de inclusión por el consumo”, analizó.
Y completó: “Esto en principio tiene patas cortas porque lo que Milei promete es un modelo financiero y reprimarizador basado en el petróleo, la minería y el agro, que no genera empleo y no satisface la demanda interna. Tiene patas cortas como modelo y hay que ver hasta dónde también aguanta la población”.