El ancla fiscal es el corazón del programa del Gobierno. Es la mejor señal que ofrece a los organismos e inversores de su compromiso con el orden presupuestario.
Cuando en el mercado aparecen algunas voces que cuestionan la falta de acumulación de reservas “genuinas” de parte del Banco Central, desde el Palacio de Hacienda se esgrime como estandarte la política de “sanidad” presupuestaria que viene llevando desde el primer día el presidente Javier Milei.
Recientemente llegado a Buenos Aires, el jefe de la Misión del FMI, el nepalí Bikas Joshi, se reunió con el ministro de Economía, Luis Caputo, para analizar la marcha del programa acordado en abril de este año. El titular de Hacienda le mostrará que va en vías de lograr la meta de superávit fiscal prevista para septiembre, de $9,3 billones.
Hasta ahora, en los primeros cinco meses del año, Caputo consiguió acumular un excedente de $6,9 billones, según estimaciones del Centro de Economía Política Argentina (CEPA). Para alcanzar la meta solo tendría que mantener un promedio mensual de $600.000 millones de saldo a favor.
Y eso se logró a pesar de que el Gobierno viene perdiendo recursos tributarios este año. El problema fue mayo. Hasta ese momento el Ejecutivo venía obteniendo un incremento real de ingresos, pero el pésimo desempeño del Impuesto a las Ganancias de ese mes desdibujó los logros.
“La recaudación tributaria nacional de los primeros cinco meses del año, dada la baja real de la recaudación del Impuesto a las Ganancias de mayo, habría aumentado un 1% real interanual. Al mes de abril, el aumento real interanual era del 7,6%”, destaca el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF).
En términos de variación real interanual, en los primeros cinco meses del año los tributos con mayor caída (sin tener en cuenta la eliminación de impuesto PAIS) habrían sido Bienes Personales (-33,4%), derechos de exportación (-18,5%), Ganancias (-2%) e impuestos internos (-0,3%).
Los tributos con mayor aumento habrían sido el impuesto a los combustibles (103,8%), Seguridad Social (28%) e impuesto al Cheque (13,5%).
El IARAF detalla que “para dimensionar el impacto de la caída real de Ganancias de mayo, puede recordarse que en los primero cuatro meses la recaudación de ganancias venía creciendo un 37% real interanual y la recaudación tributaria total un 7,6% real interanual”.
“Si se excluye la recaudación del Impuesto a las Ganancias, la recaudación total habría aumentado un 1,7% en términos reales interanuales”, plantea la consultora.
Fuente: Ámbito