Coope Borlenghi
Nacionales - 12:33
Nacionales - 10 de mayo 2025, 12:33

Las reservas cayeron más de u$s1.100 millones desde fines de abril

Desde la modificación del esquema cambiario, el Banco Central dejó de comprar divisas en el mercado oficial.

Desde la modificación del esquema cambiario, el Banco Central (BCRA) dejó de comprar divisas en el mercado oficial, pero mientras tanto las reservas cayeron más de u$s1.100 millones en poco más de una semana. 

En el Gobierno aseguran que con este nuevo régimen la acumulación de reservas “no importa”, pero los economistas advierten sobre los efectos negativos de mediano plazo de utilizar los dólares del Fondo Monetario Internacional (FMI) para favorecer un tipo de cambio barato.

La nueva política cambiaria implica que el BCRA no intervendrá mientras el dólar mayorista opere entre las bandas de flotación, cuyos límites inferior y superior son los $1.000 y los $1.400, respectivamente. Sin embargo, luego de pegar un salto y acercarse a los u$s40.000 millones tras el arribo de los recursos de organismos internacionales, las reservas comenzaron a retroceder debido a que el Tesoro tuvo que pagar deuda y por cambios en las cotizaciones del oro y otras monedas que la autoridad monetaria posee entre sus arcas.

El pacto con el FMI contempla una meta de acumulación de reservas de u$s5.000 millones de acá a fines de junio y de más de u$s9.000 millones hasta fin de año, sin contemplar los propios aportes de organismos.

A partir de las declaraciones oficiales, y teniendo en cuenta que el Gobierno parece estar decidido a utilizar toda la caja de herramientas que tiene al alcance de la mano para retomar el sendero de desinflación, los analistas ponen serias dudas sobre el cumplimiento de este objetivo.

Un informe de la consultora C-P sostuvo que la gestión libertaria tiene como prioridad “tener un dólar a la baja”, un proceso que podría ser interrumpido si el BCRA decide comprar divisas para cumplir la meta. Frente a esa decisión, hoy el grueso de las obligaciones de pagos del sector público son cubiertas por los recientes desembolsos de los organismos.

“Usar los dólares del FMI para pagar deuda permite reducir la demanda en el mercado oficial (ni el Tesoro ni el BCRA compran en el mercado). De hecho, implica subsidiar el precio del dólar para importaciones, turismo y la Formación de Activos Externos (FAE)”, señaló la consultora.

Al respecto, Pablo Moldovan, director de la entidad, explicó en diálogo con este medio que “la apreciación cambiaria que impulsa el Gobierno es en el corto plazo muy expansiva, ya que ayuda a reducir la inflación y mejorar los ingresos reales de quienes mantienen el empleo, a la vez que los ingresos en dólares aumentan el poder de compra sobre productos y servicios importados”.

“Los efectos nocivos de este tipo de estrategias suelen sentirse a mediano plazo, cuando los efectos de la apreciación impactan sobre el nivel de empleo y la producción, y la insostenibilidad cambiaria se empieza a meter en las expectativas de devaluación más que compensando las ganancias de corto plazo”, alertó.

Con una mirada distinta, Melisa Sala, economista jefe de LCG no piensa que los dólares del FMI estén subsidiando FAE, turismo o importaciones. “En la medida que el BCRA no intervenga en el mercado, esas cuestiones se saldan entre los agentes del mercado. La FAE de uno, se compensa con venta de dólares de otro. Lo mismo pasa con el gasto en turismo (los pagos en dólares de las tarjetas de crédito se pagarán con dólares comprados en el mercado y no vendidos por el BCRA) y con los pagos de importaciones”, detalló.

En los próximos nueve meses vencen u$s16.000 millones entre la deuda con organismos, títulos soberanos con bonistas privados y bopreales. En ese sentido, C-P advirtió que los recursos del FMI solo alcanzarían para saldar los pagos hasta enero de 2026, aún suponiendo que el FMI perdona el incumplimiento de las metas y aprueba todos los desembolsos.

Bajo esta dinámica, el esquema deja implícito que la deuda con el FMI deberá ser reemplazada con el regreso a los mercados de deuda con el sector privado a partir de inicios del año que viene. Sin embargo, para que ello suceda el riesgo país debe bajar considerablemente, lo cual a su vez suele tener correlación con el stock de reservas.

La Gerencia de Estudios Económicos del Banco Provincia remarcó en un informe que, para volver a colocar deuda con privados, las reservas deberían representar, como mínimo, un 10% del Producto Bruto Interno (PBI). Para alcanzar ese nivel, según sus estimaciones, el BCRA debería sumar cerca de u$s20.000 millones de acá a fin de año, de los cuales u$s12.000 millones deberían provenir de compras en el mercado de cambios, un desafío que luce difícil de alcanzar, más luego de escuchar las últimas declaraciones del presidente Javier Milei.

El Gobierno le quita importancia a la acumulación de reservas

Esta semana, el mandatario aseguró en el canal de stream oficialista Carajo que, “con tipo de cambio flexible”, la acumulación de reservas no tiene importancia y que “la deuda se paga con equilibrio fiscal”.

Respecto de esto último, Sala resaltó que “el superávit financiero es mínimo y no alcanza todavía para pagar las amortizaciones de deuda” y que, “aún cuando se decida pagar deuda con superávit fiscal, el Tesoro deberá comprar con ese saldo los dólares en el mercado y, si lo hiciera por montos abultados, podría meter presión en el mercado”. “El stock de reservas sirve para frenar fluctuaciones innecesarias”, profundizó.

Por su parte, desde la Gerencia del Provincia aclararon que se trata de un esquema que solo puede ser viable solo si la economía no se recupera y que es muy contractivo para la economía. “A fin de cuentas, hay que tener las reservas; si los dólares de los pagos de deuda empiezan a competir con los de las importaciones, es un mal escenario”, pronosticaron.

Fuente: diario Ámbito

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